La Hubara (Avutarda Hubara – Chlamydotis Undulata) es una especie endémica que habita en Fuerteventura, Lanzarote y La Graciosa, cuya población ha “disminuido alarmantemente en los últimos años”. Además, es considerada por SEO Birdlife como una de las aves más singulares del territorio español.
Esta especie, que principalmente es terrestre, se ha adaptado a la sequedad y a la falta de recursos. Tiene una dieta omnívora compuesta por brotes, flores, frutos, semillas, escarabajos, hormigas, arañas, caracoles y saltamontes, aunque en determinadas épocas del año también se alimentan de higos y alfalfa.
Suele habitar en lugares áridos, arenales volcánicos y zonas pedregosas. Pero en los momentos donde se encuentra en una situación desfavorable, llega a los bordes de malpaíses o cultivos, al haber más alimentos.
Como dato curioso, la Hubara es una ave muy silenciosa, pero puedes escuchar a continuación el canto que SEO Birdlife ha conseguido grabar:
Plan de Recuperación de la Hubara en Canarias
Desde 1985 el Gobierno de Canarias lleva realizando un plan para su recuperación, con el objetivo de preservar su especie en el futuro. Dicho proyecto contempla la vigilancia de las reservas y su mantenimiento, control y acondicionamiento de su zonas de alimentación, desarrollo de programas para el crecimiento de su población, que de hecho cuentan con unas instalaciones ubicadas en el municipio de La Oliva, y el fomento de estudios sobre la especie y su hábitat.
Por desgracia, al año 2021, la Hubara todavía es catalogada como una especie en “peligro de extinción”, de acuerdo con el Listado de Especies Silvestres en Régimen de Protección Especial y el Catálogo Español de Especies Amenazadas. A nivel Canarias se calcula que hay alrededor de 256 Hubaras en Fuerteventura, 303 en Lanzarote y una docena en La Graciosa.
Se cuentan distintas razones por las que la Hubara se encuentra en esta situación, que son las siguientes: la destrucción de su hábitat por la construcción de “parques eólicos, campos de golf, canteras, urbanizaciones y complejos turísticos”, la caza ilegal, las molestias en sus áreas de cría, afluencia incontrolada de vehículos, maniobras militares, visitas turísticas, colisión con tendidos eléctricos o la recolección de huevos, según SEO Birdlife y el Gobierno de Canarias.
