Una historia de infortunio y de cómo la ilusión se desgasta

Imagen de Iñaki Agoste. Fuente: Radio Sintonía

Iñaki Agoste, propietario de un local de Corralejo, vino a Fuerteventura hace años atraído por las playas de la isla donde pasaba el tiempo surfeando. Cuando se marchó, decidió volver, pero esta vez para quedarse, abrir un restaurante vasco y comenzar una nueva vida. Pero todo esto se vió truncado cuando en su camino se cruzó con una persona que ya ocupaba el local que Iñaki y su familia compraron, y que cuando se marchó, después de dos años y medio de procesos judiciales, dejó el recinto completamente destrozado. Iñaki Agoste, con la ilusión rota, ha desistido de abrir un restaurante en Fuerteventura.

Si quieres conocer su historia completa, el siguiente reproductor:

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