Juana María Valdivia es agricultora. Nació en la Rosa de Tinojay, las gavias más cercanas al mar. Su identidad y su corazón están marcados por este lugar donde hasta hace poco tiempo la felicidad era posible con muy poco. Esta mujer ligada a la tierra pide a la sociedad majorera que reivindique una normativa para obligar a conservar estos sistemas agrícolas inteligentes que hicieron posible la vida a nuestros antepasados. Exige en nombre de sus nietos y las generaciones futuras que no se fabrique (construya)encima de ellas, que no las atraviesen las carreteras, ni la especulación del suelo se las lleve por delante. Desde siempre en sus gavias se cultivan las mejores lentejas majoreras. Las gavias son un espacio etnográfico resaltado por el proyecto Guanclima, de la dirección general de Patrimonio Cultural del Gobierno de Canarias. Por último despedimos con la canción de Eduardo Rojo Tudanca y la Orquesta Informal: “La vacumbia”
.- 2ª parte (Podcast.- 2021.12.14.- Del Jable al Malpey)
Presentación Sofía Menéndez y Marusa Hernández.
Entrevista a Juana María Valdivia, agricultora, abuela y amante de su tierra, recuerda su infancia como muy feliz, “no teníamos luz, ni televisión, teníamos que andar lejos para ir a buscar agua; hoy tenemos de todo; sin embargo, nos falta la felicidad.”
“Desde niña ayudamos a recoger las lentejas a nuestro padre de amanecida, antes de que se pusiera el Sol, después se ponían “broncas” y no se podían cosechar” -, subraya esta mujer alta y fuerte. En la Rosa de Tinojay se dan las mejores lentejas de la isla de Fuerteventura, “seguramente por su cercanía al mar”-, afirma Juana María.
En la entrevista la agricultura reclama a las autoridades, “bien del Gobierno de Canarias, el Cabildo de Fuerteventura o los ayuntamientos, ¡quién sea!, pero que se conserven las gavias; que haya una normativa que obligue a cuidar estos sistemas agrícolas inteligentes que hicieron posible la vida a nuestros antepasados”. Lo exige en nombre de sus nietos y las generaciones futuras, que no se fabrique encima de ellas, que no las atraviesen las carreteras, ni la especulación del suelo se las lleve por delante.
Esta mujer explica que “trabajábamos desde niñas en el campo con mis padres, y nos levantábamos al amanecer. “Con seis años caminaba por una pista de tierra desde Tinojay a La Caldereta para ir al colegio, con mi hermano menor y mi hermana; mi madre nos preparaba la comida y pasábamos el día en la escuela y volvíamos otra vez a pie por la tarde. A veces cuando nos acompañaba nuestra tía llevábamos la burra. Pero también más tarde fuimos a Puerto del Rosario a la escuela y teníamos que ir por la pista hasta Puerto Lajas, donde nos recogía una guagua”. La actual carretera que pasa hacia la Caldereta y Corralejo se hizo en tiempos ya de casada, aproximadamente en 1975.”
“Así que – ironiza Juana María- casi tengo tantos años de ir caminando a Puerto del Rosario, como en coche. La niñez me viene a la memoria en ese caminar y caminar. Pero en esos tiempos no echabas de menos nada y además todos los vecinos eran igual”.
#STOP VV / CONTRA LA TURISTIFICACIÓN DE LAS ZONAS RÚSTICAS
En el programa Del Jable al Malpey reflexionamos sobre el denominado turismo rural, porque no puede convertirse en algo masivo como está sucediendo actualmente. El desmadre de casas vacacionales en el interior de la isla, la edificación en las gavias y de suelos rústicos de valor natural traerán consecuencias nefastas. Extinción de especies y destrucción del paisaje; asimismo borrará la identidad. Para las sociedades turistificadas los únicos valores sagrados son monetarios.
Los cuartos de aperos, que son para guardar los elementos de labranza, se han convertido en viviendas, e incluso también en casas vacacionales para turistas. Estos lugares no pueden ser contenedores, o chamizos, autocaravanas, y coches viejos repartidos por el territorio destruyendo el paisaje.
El ruralismo debe hacer digna la vida de los agricultores y ganaderos profesionales, no abrir la puerta para ser expulsados por la especulación del turismo europeo o peninsular. Por eso en suelo rústico se deberían prohibir las casas y apartamentos vacacionales para no seguir destruyendo el alma de Fuerteventura.
Este Turismo Rural donde un ciudadano ajeno a ese pueblo construye una casa en suelo rústico y alquila dos, tres, cuatro o cinco apartamentos mediante el sistema VV, en un camino insostenible, sin orden, ni gestión; ya son espacios invadidos por las aguas residuales y el mal olor, por los coches de alquiler, la gente que camina por todas partes, destruyendo la tranquilidad y expulsando a los vecinos de toda la vida y a las especies que allí habitan. Por eso iniciamos una serie de entrevistas para proteger lo más sagrado: el suelo agrícola, el suelo rústico y los espacios naturales. Entrevistas solicitando que las gavias y los paisajes estén protegidos.
.- Terminamos el programa con una canción de Eduardo Rojo Tudanca y La orquesta Informal, “la vacumbia”. El autor de la canción “Operación Botavara”, un “narcocorrido”, como el la llama, que se popularizó tras la construcción de la urbanización La Capellanía (Tamaragua) y de otro éxito de aquellos tiempos “Carajillo, canuto y raya” sobre la corrupción urbanística, ahora nos sorprende con una nueva modalidad de canción: la vacumbia (cumbia del micro chip).
