“No podemos resignarnos al inmovilismo ante el crecimiento ilimitado de la planta alojativa”

Rosa Bella Cabrera pide en el Parlamento la suspensión de autorizaciones de nuevas viviendas vacacionales

La portavoz de Turismo del Grupo Parlamentario Socialista, Rosa Bella Cabrera, reitera la disconformidad del PSOE con el proyecto de ley por el que se pretende la derogación de un apartado de la ley de modernización y renovación turística de Canarias por entender que con esta propuesta, el Gobierno canario “no aporta nada”, al igual que sucede con las enmiendas a la totalidad presentadas por Podemos y NC. “No podemos resignarnos al inmovilismo y, de no ser devuelto el proyecto de ley, presentaremos nuestra propuesta de regulación mediante enmiendas parciales”, advierte la diputada.

En el artículo al que se hace referencia se expone que solo serán otorgadas autorizaciones previas para plazas de alojamiento turístico en Lanzarote, Fuerteventura, Gran Canaria y Tenerife, como requisito necesario para las consiguientes licencias urbanísticas, cuando tengan por objeto la nueva implantación de establecimientos alojativos para hoteles de cinco estrellas o categorías superiores y también los establecimientos extrahoteleros, en este último supuesto cuando el planeamiento territorial no los prohíba expresamente, de cinco estrellas o categoría superior.

Cabrera Noda subraya que el PSOE mantiene intacta su postura de intentar llegar a un acuerdo desde el más amplio consenso para regular el crecimiento de la planta alojativa en el marco de esta norma. Sin embargo, lamenta que el Gobierno de CC no haya planteado un texto alternativo a esa derogación, “como habíamos pactado”, ni ha iniciado los trámites para aprobar el reglamento de desarrollo que permitiría concretar estas cuestiones “y que supondría la posibilidad de pasar la pelota a los cabildos de las autorizaciones previas”.

La diputada recuerda que el Gobierno presentó en la pasada legislatura esta ley para pretender compaginar los objetivos de sostenibilidad territorial y medioambiental con el impulso a la renovación y, en consecuencia, de la captación de inversiones para generar actividad económica y empleo. “Ninguna norma ha sido perfecta en su aplicación práctica hasta el punto de obtener la totalidad de los objetivos perseguidos y de evitar todos los resultados indeseados”, dice.

A su juicio, el problema tiene que ver, sobre todo, con la complejidad de incorporar en una norma el equilibrio ideal entre sostenibilidad e impulso de la competitividad, “algo que se complica si tenemos que observar los distintos niveles competenciales de todas las administraciones implicadas y afectadas”.

“El debate no está en a qué técnica legislativa nos encomendamos para conseguir que la modernización del sector turístico hotelero no implique un crecimiento sin control de la oferta turística, sino, precisamente si nos planteamos ese objetivo o dejamos que los mercados definan con total libertad qué modelo turístico debe tener cada isla”, explica.

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