La petición de investigación de tierras raras en el Parque Rural de Betancuria, limítrofe con Ajuy, en Pájara, ha levantado en pie de guerra a los vecinos de la pequeña localidad costera. Dicen no a este tipo de industria y así lo trasladaron en los micrófonos de la radio esta mañana Paco Cabrera, Alejandro Olmedo y Valerio Bechia para quienes el Gobierno de Canarias “debería cambiar su postura, porque cuando hablan de oportunidad, queremos que expliquen, de manera muy sencilla, de qué oportunidad estamos hablando y para quién, sobre todo porque el daño que esto va a causar es tremendo”.
Para estos vecinos, estamos ‘ante una actividad extremadamente contaminante’ y no podemos hablar de respeto medioambiental, no es posible, insisten.En este sentido explican que esta actividad minera se hace en países tercermundistas que no tiene ninguna regulación medioambiental, porque no sería rentable”.
Las 120.000 personas que viven en Fuerteventura para Paco, Alejandro y Valerio “son simplemente daños colaterales” a ojo de las empresas. “Detrás hay un interés económico muy fuerte y por esta razón buscan sitios despoblados.Saben perfectamente del daño medioambiental y el daño a la salud”, aseguran.
El colectivo vecinal en estos momentos está en proceso de contratar a abogados especialistas en materia medioambiental para preparar las alegaciones, un periodo que precisamente abre hoy, lunes, 1 de abril, y por un periodo de 20 días.También han creado una página web para dar a conocer sus acciones.
Desde la radio han pedido ayuda a las administraciones publicas y a la sociedad para evitar que en la isla se implante este tipo de minería.En breve darán a conocer las alegaciones para que los ciudadanos puedan presentarlas y así mandar un mensaje claro y directo contrario a estas investigaciones.
