Hoy se apaña en la Costa de las Salinas, mancomún de Puerto del Rosario

Apañada en la Costa de las Salinas, mancomún de Puerto del Rosario
Apañada en la Costa de las Salinas, mancomún de Puerto del Rosario
La Rosa de Fuerteventura
La Rosa de Fuerteventura
Hoy se apaña en la Costa de las Salinas, mancomún de Puerto del Rosario
Loading
/

Es sábado, 1 de junio y pasan algunos minutos de las 8 de la mañana y hoy se apaña en la Costa de las Salinas, en el mancomún de Puerto del Rosario.

Los  ganaderos, junto a otros invitados a participar en la tradicional actividad majorera, se reúnen en Almacigo (Ampuyenta) en la vivienda del comisionado del mancomún de Puerto del Rosario, Antonio Cabrera. Premisamente, a la figura del comisionado le corresponde, según la norma de las apañadas, distribuir a los participantes por el territorio donde se va a realizar la recogida de las cabras y sus crías. En esta ocasión participan unas 40 personas que Antonio va repartiendo, considerando, entre otros aspectos,  la experiencia, edad y el grado de conocimiento.Habitualmente los más jóvenes son acompañados por cabreros con experiencia. No es fácil, una vez localizados a los animales, criados en total libertad, dirigirlos por los valles y barrancos desde Los Mozos (Municipio de Betancuria) hasta la gambuesa de Los Molinos en el Municipio de Puerto del Rosario. Hay que atravesar cientos de kilómetros a pie.

Nosotros aguardamos la entrada del ganado en la gambuesa, de Los Molinos con los más mayores. Entre ellos, está el comisionado de  Betancuria, Vicente Hernández, que hoy corresponde con la visita a su compañero Antonio. ‘Nos ayudamos entre nosotros siempre que podemos’, señala el viejo ganadero con voz tranquila y la paciencia que solo dan los años. ‘Vamos quedando pocos’, sentencia. Junto a Vicente su inseparable bardina ‘Negra’ que no quita ojo a su dueño.

Pasan las horas y sobre el mediodía a la gambuesa se acercan antiguos pastores como Luis Cabrera Morales que a sus  70 años mantiene la tradición viva en la memoria. Nos habla con entusiasmo de las apañadas de tiempos pasados. ‘Las cosas hoy están cambiadas, pocos se mojan por estas cosas’ afirma resignado. ‘No nos atienden y esto se termina’.

A la pregunta de cuántas cabras entrarán en el corral, en su respuesta no muestra confianza de que entre mucho ganado. Su previsión la sosteniente en que ‘la mayoría de los que participan no tienen idea y las cabras se escaparan’.

Sobre las 13.00 horas se divisan las siluetas de algunos animales en las montañas y valles cercanos. Son conducidas por los ganaderos mas experimentados a través de un pasillo de personas que evitan que bajen a la costa o suban a la parte alta. Las van dirigiendo hacía la gambuesa. Tal y como preveía Luis Cabrera horas antes, son pocos animales. No llegan a 20, entre madres y crías.

Defender una tradición

Se trata de defender la tradición, al ganado de costa y al sector primario. ‘Es algo muy bonito y que merece la pena vivir’. Así se pronuncia David de León, concejal de Agricultura, Ganadería y Pesca en Puerto del Rosario, quien junto a la concejala Jeniffer Pérez corrió unas horas detrás de las cabras.

Cerca de las dos de la tarde, pastores,  ayudantes, curiosos y ganado se juntan en la gambuesa donde las crías son marcadas una vez identificadas. Se aprovecha, además, para ordeñar algunas cabras, comprobar el estado de los animales o llevarse alguno para casa, si así lo desea el dueño.

Un Habitual en presenciar esta actividad es el historiador Francisco Cerdeña. Remarca el especialista, la  importancia de la reciente declaración por parte del Gobierno de Canarias de Bien de Interés Cultural de las apañadas. Entiende que en la documentación presentada por le Cabildo de Fuerteventura para obtener esta declaración, están recogidos todos los elementos que acompañan a esta tradición ancestral, heredada de los aborígenes, incluido los terrenos. En sus palabras ‘es imprescindible para conservar este patrimonio’.

Deja un comentario