El indio Cortés recorrió Fuerteventura llevando un mensaje ambiental, antirracista y social sobre la conservación de la Amazonía y la necesidad de cambiar la mentalidad para conseguir un verdadero desarrollo sostenible en el “pulmón del planeta”; donde los jóvenes que no destacan no tienen futuro y se ven arrastrados a vivir en la pobreza. Él salió de su pueblo para viajar sin beca, ni dinero. El periplo le ha ido curtiendo y educando más que una universidad y piensa llevar a su tierra el mensaje de que se puede salir de la pobreza y vivir con dignidad.
Podcast Del Jable al Malpey (2023.07.04) / II Parte.-
Entrevista al indio Cortés, Camilo de nombre, que está en Fuerteventura y nos cuenta su experiencia del recorrido que ha hecho por la isla de norte a sur. Este activista lleva ocho años recorriendo el mundo, hace poco inició su viaje por Europa y le preguntamos por qué salió de su pequeño pueblo que está en la Amazonía entre Colombia y Perú. “Decidí irme de mi pueblo porque todos estamos educados para salir de la selva. Lo hacemos para ir al instituto, para trabajar. Yo salí con ilusión a la universidad para encajar en la sociedad”.
Su salida no fue fácil hasta que decidió irse a vivir a México. “Antes pasé por momentos muy difíciles, al salir de la selva no tenía una mano amiga, esto no solo me pasa a mi. El 80 % de las personas de donde soy yo tienen que pasar por momentos de incertidumbre”. Pero a veces los sueños se hacen realidad. Yo me imaginaba viajando por el mundo”, explica.
Camilo viaja para explicar una realidad no conocida por muchas personas: “La gente conoce de Colombia su racismo, también que es sinónimo de drogas, de salsa, pero además existe la Amazonía. Colombia tiene la segunda población de negros de Latinoamérica, así que me dedico a divulgar estas realidades, junto con la necesidad de preservar la naturaleza”.
Uno de sus sueños es poder ayudar a ese 80% de personas que viven en su región para que puedan encontrar, cuando salgan de la selva, una forma de vida digna. “Es necesario romper con estereotipos, lo más salvaje que me queda a mi es que nadaba en el río, no crecí ya viendo las tradiciones amazónicas. Pero quiero que se preserven sus cultivos, su pesca para ese 15% que se queda en el lugar”.
Camilo lleva casi ocho años viajando, sobre todo por Latinoamérica y Europa. Y lleva visitados más de 20 países. “Está siendo una experiencia maravillosa el poder explicar que la Amazonía no es como la gente piensa. La mayoría de la población no tiene tierras para cultivar, el agua no es tan limpia, por eso estamos educados para salir de allí. El poder lo tienen los terratenientes, unos cuantos se hacen ricos y la mayoría sigue en la pobreza”.
