El Hospital General de Fuerteventura, adscrito a la consejería de Sanidad del Gobierno de Canarias, presta un servicio integral ante casos de duelo gestacional, una herramienta de ayuda a las mujeres y familias que sufren esta situación, visibilizando la experiencia traumática e impactante para abrir un camino de humanización y toma de conciencia en cualquier proceso al final de una vida.
El proyecto busca cambiar los modelos de atención y protocolos de actuación ante la pérdida, y acompañar a madres y familiares que se enfrentan al duelo, buscando la mejora de la calidad asistencial del conjunto de profesionales que forman este programa.
El equipo profesional, encabezado por la matrona Mar Miranda, está compuesto por matronas, profesionales de Ginecología, técnicos en cuidados auxiliares de Enfermería (TCAE) y enfermera especialista en Salud Mental, quienes abordan el dolor y el proceso de aceptación ante la pérdida por el que deben atravesar las personas que se enfrentan al duelo.
Desde esta consulta se trata cada caso de forma individualizada, dando respuesta a las manifestaciones físicas, psicológicas y conductuales que pueden llegar a provocar la pérdida.
El equipo multidisciplinar subraya que el dolor no puede medirse por semanas de gestación, por lo que es necesario trabajar las emociones del duelo aceptando la realidad, tomando conciencia de la ausencia del fallecido y ordenando las emociones de las personas que han sufrido la pérdida.
La directora del Área de Salud de Fuerteventura, Sandra Celis, y el gerente de los Servicios Sanitarios, José Luis Rodríguez, sostienen la importancia de visibilizar estos procesos asistenciales, en muchas ocasiones desconocidos por la sociedad, donde se apuesta por la formación de los profesionales en materia de asistencia, orientación y acompañamiento a las mujeres y familias que atraviesan por las diferentes emociones ante el dolor de la pérdida.
Al mismo tiempo, felicitan a las matronas y al resto de profesionales implicados en el programa por la labor asistencial e innovadora, la cual puede llegar a resultar determinante en el proceso del duelo.
