De un control de tráfico a la atención de un parto en Fuerteventura

Rafael Martín y Jesús Diego Megía, guardias civiles de Puerto del Rosario

La mañana del pasado día 4 de febrero, Rafael Martín y Jesús Diego Megía, guardias civiles de Puerto del Rosario, vivieron un momento de esos que quedan para el recuerdo en su profesión y es que “que venga una vida al mundo y le hayamos socorrido es una satisfacción”, relatan.

 

Se encontraban haciendo un control rutinario en la carretera FV-1 Puerto del Rosario-Corralejo y fue a las 7:52 horas de la mañana aproximadamente, cuando “aún estaba amaneciendo”, recuerdan, y advirtieron “a simple vista”, “a 1 km de distancia”, a un vehículo estacionado. Al llegar hasta él, una mujer acababa de dar a luz a una niña, con la que se encontraba en el interior y fuera, el padre, “muy nervioso”, pedía ayuda a los agentes.

La familia estaba esperando a la ambulancia, pero, al ver que esta no llegaba, ofrecieron al padre acompañarles hasta el hospital y este acepto rápidamente, ya que en ese momento se encontraban bien, pero no sabían lo que podía pasarles. Rafael y Jesús les escoltaron hasta el hospital, abriendo el paso, dando protección y asegurando el vehículo por delante y por detrás.

“Salió todo bastante bien”, nos cuentan, tardaron unos de 10 a 15 minutos en llegar ya que a esa hora de la mañana había mucho tráfico por los colegios” y también por las obras en la zona “por lo que era un poco complicado adelantar y abrir paso”, aunque reconocen que “la gente colaboraba muy bien”.

Jesús Diego y Rafael llevan de servicio más de 25 años y ninguno de los dos había vivido nunca nada similar, es la primera vez que han actuado en un parto.

Vivieron el momento con nerviosismo, “somos profesionales, pero se pasa un poquillo angustiado”, explican. Al mismo tiempo, ambos agentes se muestran muy contentos, agradecidos de que la familia les mostrase también su agradecimiento y satisfechos de que todo haya salido bien.

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