El Ayuntamiento de La Oliva procedió ayer a cerrar inmediatamente al baño la playa del Muelle Chico de Corralejo, y a instalar nuevamente la señalización correspondiente en varios idiomas, tras detectarse un descenso repentino de los niveles de calidad en la zona.
Los análisis del agua establecidos cada tres días y coordinados con la Dirección General de Salud Pública permitieron constatar la anomalía, e iniciar rápidamente una investigación para tratar de localizar el origen del foco contaminante.
El alcalde de La Oliva, Isaí Blanco, trasladó que “sin duda es un contratiempo que no esperábamos, pues como explicamos al abrir la playa la semana pasada, el agua venía siendo apta para el baño desde hace meses. Así lo constataban los análisis, y la decisión se tomó con el visto bueno de los técnicos”.
El primer teniente de alcalde y Concejal de Obras y Servicios, Oliver González, explicó que “por ahora no es posible explicar la causa de este repunte. Desde ayer estamos trabajando desde Obras y Servicios y Playas con la empresa Canaragua para detectar el problema, y se ha solicitado incluso el asesoramiento de una empresa especializada para esclarecer qué está pasando”.
Los técnicos que han valorado la situación han constatado la “anomalía” del repunte en los análisis, “pues no se explica, una vez que el ayuntamiento había clausurado los pozos negros detectados. Se habían acometido las obras necesarias, y los análisis del agua estaban saliendo bien”, trasladó González.
Entre las distintas hipótesis que se barajan por el momento, está la de un antiguo pozo negro que no se hubiera localizado en las acciones anteriores, y que podría haberse rebosado e infiltrado desde el subsuelo hasta el mar coincidiendo con el aumento de la actividad en la zona por la temporada de verano, o una posible asociación con el vertido del que informó el ayuntamiento el pasado 6 de junio, aunque parece poco probable.
En este sentido aquel vertido no se reflejó en los análisis posteriores, por lo “que entendemos que fue una situación puntual que se corrigió rápidamente. Después del vertido, los análisis estaban bien, y ha sido la última analítica la que ha provocado el cierre de la playa. Está claro que ha ocurrido algo, que no podemos explicarlo todavía, pero estamos estudiando la situación muy de cerca y trabajando para solucionarlo”, señaló González.
El alcalde, Isaí Blanco, se disculpó “por este contratiempo que, desde luego, no esperábamos”, y trasladó también un mensaje de tranquilidad: “este gobierno está determinado a resolver de una vez y de verdad el problema en el Muelle Chico. Podemos admitir que lo dimos por resuelto, y no ha sido así, y pedimos disculpas por ello. Pero también me gustaría dejar claro que este gobierno ha sido el primero en afrontar y tratar de solucionar un problema que estaba ahí desde hace décadas”.
“La playa del Muelle Chico se ha cerrado muchas veces, casi todos los años, de hecho, y no había el control que estamos haciendo ahora. Así que los vecinos pueden estar tranquilos. Por primera vez el Ayuntamiento está monitorizando la playa en todo momento y trabajando mano a mano con Salud Pública”.
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