Perteneciente al municipio de Pájara y lindando con el municipio de Betancuria existe un pequeño pueblo de pescadores llamado Ajuy. Este enclave, situado al oeste de Fuerteventura, se caracteriza por el afloramiento de los materiales geológicos más antiguos del Archipiélago.
Una joya geológica
El Monumento Natural de Ajuy posee una superficie de 31,8 hectáreas y geográficamente está incluido dentro de otro Espacio Natural Protegido, el Parque Rural de Betancuria. Se da la circunstancia de que el Parque Rural de Betancuria es el espacio protegido de mayor superficie de la isla, a diferencia del Monumento Natural de Ajuy, que constituye el espacio más pequeño.
Geológicamente este espacio tiene una especial relevancia, ya que en él se localizan los materiales más antiguos de todo el Archipiélago. En el acantilado situado en el margen septentrional del Barranco de Ajuy, al norte del pueblo, se puede observar el afloramiento del Complejo Basal, cuya antigüedad oscila entre los 100 y 150 millones de años, habiéndose formado, por tanto, durante el Cretácico o época de los dinosaurios. Si comparamos esta antigüedad con la que se estima que posee la isla, entre 30 y 35 millones de años, no deja de ser un motivo más de su gran interés científico. Estos materiales se generaron durante la separación de los continentes africano y americano, coincidiendo con la formación del Océano Atlántico, mostrando además numerosas intrusiones magmáticas más recientes en forma de diques.
La huella del clima y la historia
Con posterioridad, las variaciones del nivel del mar dieron origen a la formación de un depósito sedimentario marino sobre el que podemos observar la presencia de paleodunas de época pliocena que se encuentran situadas a más de 14 metros sobre el nivel del mar actual. No cabe duda que la existencia de todos estos materiales resulta de gran interés a la hora de comprender con más detalle el proceso de formación de la isla de Fuerteventura.
La existencia de fósiles en los depósitos marinos y eólicos constituye un registro de gran importancia al objeto de interpretar y conocer con mayor detalle los cambios climáticos globales que se han sucedido en el planeta a lo largo de los últimos millones de años. Algunos de los testimonios más notables derivados de dichos cambios se pueden observar gracias al descenso del nivel del mar tras la última regresión. Además, los fósiles encontrados nos marcan la evolución de algunos de los organismos marinos que estuvieron presentes en otras épocas.
Flora y fauna
En lo que respecta a las especies de flora y fauna presentes en la zona, actualmente no difieren de las del resto del paisaje costero de este sector de la isla. En cuanto a los usos cabe destacar el pesquero, así como la práctica del marisqueo sobre las rasas intermareales. También destacan los valores etnográficos e históricos relacionados con la industria de la cal y la minería, quedando multitud de testimonios sobre estas actividades.
Fuente: Consejería de Medio Ambiente y Ordenación Territorial del Gobierno de Canarias
