El paisaje de Fuerteventura se caracteriza además de su por su aridez y austeridad, por elementos como las paredes de piedra seca , las gavias y los nateros.Testimonio todo ello de un pasado agrícola y ganadero que sostenía la economía local de la isla.
El arte de construir muros con piedras seca fue inscrito en noviembre de 2018 en las lista del Patrimonio Cultural Inmaterial de la Humanidad por la Unesco tal y como recordó en la radio el historiador Carmelo Torres. Se reconoce concretamente la realización de muros en piedra seca, en varios países de Europa, en zonas rurales de España, Francia e Italia, entre otros.
Para el historiador la construcción de muros de piedra seca en Fuerteventura “tienen una importancia trascendental partiendo de esas primeras referencias de la división de la isla por una pared en dos reinos, el de Guize y el de Ayose”.
Por otro lado, Torres hace referencia a lo que considera como la mayor intervención del paisaje de la isla y que se conoce como “las rosas “. Se trata de conseguir territorios cultivables donde no los había. La tierra se traía transportada por burros desde distintos puntos y tras depositarse en el suelo se rodeaba de paredes de piedra seca construyéndose así una gavia.
Las paredes de piedra seca se utilizaban también en las laderas de las montañas para sostener la tierra y conseguir suelo para sembrar. A esta intervención se le conoce como nateros.