Lanzarote y La Graciosa al igual que Fuerteventura cuentan con una única Oficina de Empleo para atender los numerosos trámites de toda la población. Las instalaciones de la isla conejera, que ahora permanece cerrada por el estado de alarma, no reúnen las condiciones físicas necesarias al ser un espacio pequeño. La oficina está situada en una segunda planta con el ascensor continuamente fuera de servicio y sin aparcamientos cercanos. Así lo denuncian los vecinos quienes están recogiendo firmas en demanda de un cambio de ubicación.
Caídas del servidor
A las quejas sobre el espacio físico, se suma también las continuas caídas del servidor que obliga a los usuarios de la Oficina de Empleo de Lanzarote y la Graciosa a horas de espera en una sala pequeña, donde no hay espacio ni para el 50% de las personas que en ese momento acuden al servicio. Esto genera aglomeraciones que suponen tensión y estrés tanto para los trabajadores como para los usuarios.
Así, lo que proponen es que la citada oficina se traslade a otros puntos de Arrecife, se divida en dos, y se estudie abrir una servicio en la zona norte y otro en el sur de la isla.
Covid-19
Los promotores de la iniciativa muestran su preocupación ante la apertura del servicio cuando pase el estado de alarma, pues entienden que habrá más aglomeraciones por el aumento del paro debido a la Covid-19. Destacan que será imposible mantener la distancia de seguridad y podría convertirse en un foco de contagio.
