El monumento Natural de Montaña de Cardón destaca por su forma, y por lo impresionante de su altura en un territorio “plano” como es la isla de Fuerteventura. No es la mayor altura de la isla pero su situación influye en esta calidad paisajística que en determinados puntos se encuentra seriamente afectada por la actividad humana.
Importante son también las comunidades vegetales que se encuentran en este Espacio Natural Protegido, y las especies con una protección especial, tanto de flora como de fauna, que se encuentran localizadas en las zonas altas y laderas.
Un paisaje poco contrastado
En general, el paisaje conformado por el Monumento Natural de Montaña Cardón es poco contrastado en cuanto a colorido y textura (pocas variaciones superficiales). No obstante hay que considerar las zonas altas del ENP como sensibles en la medida en que la topografía de la isla de Fuerteventura no enmascara las actuaciones impactantes que se puedan producir en los elementos geomorfológicos que alcanzan una altura considerable. La formación de Montaña Cardón, una de las más altas de la isla, es visible de manera muy distinta desde los diferentes corredores visuales, motivo por el que la fragilidad del paisaje que conforma es variable.
Se trata de un paisaje que en algunas zonas está bastante antropizado. Hay zonas con construcciones (aunque esto sea contradictorio con la definición de Monumento Natural), zonas que han sido utilizadas para cultivos, zonas de ganado e incluso zonas de peregrinaje.
El Monumento Natural puede dividirse en 4 unidades de paisaje (áreas de respuesta visual homogénea, tanto en sus componentes paisajísticos como en su respuesta visual a posibles actuaciones). A continuación se describe cada una de ellas, que además se recogen en la cartografía.
Paisaje antropizado. Calidad visual deteriorada
Formada por las cotas más bajas del borde oriental. La principal afección paisajística la constituyen los invernaderos abandonados, que no han sido desinstalados. Tampoco se han retirado sus plásticos ni mallas, ni otros materiales relacionados, y el fuerte viento reinante en la zona ha ido arrastrándolos, provocando “puntos de vertido”. Las viviendas existentes se encuentran en diferentes estados de conservación. Sólo algunas de ellas están abandonadas y deterioradas externamente.
Cada una de estas viviendas, invernaderos o parcelas de cultivo (abandonados casi en su totalidad) son comunicadas con la carretera mediante pistas de acceso que actualmente atraen a los visitantes, provocando afección visual, y apertura de nuevos caminos.
Esta zona, particularmente la situada más al Norte, tiene un alto potencial como emisor de vistas, ya que desde ella es posible observar con una perspectiva única las cumbres de Montaña Cardón.
Desde el punto de vista paisajístico hay que destacar que esta unidad es bordeada en parte por la carretera FV-618 que es moderadamente usada por los visitantes, motivo por el que cualquier elemento perceptible desde dicha pista ha de ser objeto de conservación, en lo que a su aspecto se refiere.
La zona recibe las vistas desde la parte más alta de la FV-618, punto desde el que esta zona es mejor apreciada. Su visión desde allí es la de un paisaje humanizado con síntomas de abandono.
Cuchillos de Cardón
Conforman la imagen más relevante del Espacio Natural Protegido. Son receptores de vistas desde numerosos corredores visuales y desde diferentes perspectivas aunque destacan las provenientes desde el Oeste, desde la carretera FV-605 que conduce a Pájara.
Su importancia radica en la belleza de sus formas geomorfológicas y en la imponencia de su altura en una isla tan plana como Fuerteventura. No obstante, este último factor se ve atenuado por su colindancia con el macizo de Betancuria.
Tiene también gran importancia como emisor de vistas ya que debido a su altura crea una cuenca visual importante. Además se trata de una zona alta pero accesible, porque hasta la atalaya de El Castillo llegan los peregrinos de la Virgen del Tanquito.
Laderas medias occidentales
Esta unidad es de una calidad algo menor que la anterior ya que tanto las vistas que emite como las que recibe no presentan una singularidad tan pronunciada. La calidad la confiere el fondo escénico de las zonas altas de la montaña. El Barranco de Chilegua es un elemento paisajístico de relevancia, pero sólo de manera potencial, ya que en la actualidad aparece totalmente seco, haciendo que los embalses existentes en la zona queden como elementos meramente testimoniales.
Es un área menos antropizada que las laderas orientales, al menos en lo que a construcción de viviendas se refiere; sin embargo la panorámica desde el Este es más atractiva por tratarse de pendientes mayores. Desde el Oeste, la suavidad de las pendientes transmite una sensación de lejanía a los cuchillos de Cardón que le resta valor visual.
Ladera Sur degradada.
El paisaje de esta zona se aleja bastante de ser percibido como un paisaje natural, de un espacio “verde”.
Al contrario, la vista que obtenemos desde ella, se ve dañada por la existencia de edificaciones no integradas paisajísticamente y con vegetación ornamental poco adecuada. Además hay instalaciones de tuberías de agua perfectamente visibles desde la carretera que han sido colocadas en la zona sin seguir un criterio lógico, y que afectan negativamente al paisaje.
La cuenca visual desde la carretera que limita esta unidad es bastante cerrada hacia el interior de Cardón. Hacia el sur, fuera del ENP es algo más amplia.
Fuente: Gobierno de Canarias consejería de medio ambiente y ordenación territorial/ Viceconsejería de ordenación territorial/ Dirección general de ordenación del territorio.