La radioterapia es uno de los tratamientos más habituales: seis de cada diez pacientes la reciben.
La reivindicación de que Lanzarote cuente con una unidad de radioterapia ha generado unanimidad política, se han recogido unas 9.000 firmas y ha espoleado a colectivos, sindicatos y ciudadanos a constituir una Mesa social para exigir mejoras en la Sanidad de la Isla, que sufre una “infrafinanciación crónica”, como han reconocido sus responsables.
El movimiento social tiene una primera fecha marcada en el calendario: el 4-F. Este sábado desde las once de la mañana una manifestación recorrerá las calles de Arrecife, desde la calle Real al Cabildo, para exigir al Gobierno de Canarias la implantación de la unidad de radioterapia.
En noviembre, el Parlamento instó al Ejecutivo presidido por Fernando Clavijo que recabase los estudios necesarios sobre su viabilidad, para que los pacientes de oncología evitasen tener que desplazarse, principalmente al Hospital Doctor Negrín en Gran Canaria, para seguir un tratamiento que, de media, incluye 22 sesiones en días diferentes.
La iniciativa que están respaldando por unanimidad las instituciones de la Isla, que parte de la Asociación de familiares oncohematológicos de Lanzarote (Afol), es más contundente que el acuerdo parlamentario y reclama que los “trámites necesarios” para implantar el servicio de radioterapia se inicien “a la mayor brevedad posible”.
“Estar en contra de una reivindicación necesaria para Lanzarote sería absurdo”, dice Carmen Arrocha, presidenta de Afol, que ya se ha dirigido al nuevo equipo de la Consejería de Sanidad, con José Manuel Baltar al frente. “Esperamos que los representantes de la Isla luchen con nosotros y, si no lo hacen, lo vamos a ver”, añade.
La unidad de radioterapia en Lanzarote no es una reivindicación que se haya improvisado. Afol hizo los deberes y utilizó una subvención para encargar un estudio a una consultora especializada. La conclusión es que en la Isla “cabe esperar condiciones de demanda para justificar una instalación de radioterapia”. En apenas cuatro años se ha percibido una “tendencia claramente alcista de la hospitalización por cáncer” en Lanzarote, y se ha pasado de 2,8 a 5,3 ingresos hospitalarios por cada mil habitantes en el Doctor Molina Orosa. El estudio toma como base los resultados de los últimos ejercicios y parte de la cifra de 374 nuevos casos por año.
Para implantar el servicio de radioterapia sería necesaria una inversión de 2,8 millones, principalmente para un búnker equipado con acelerador lineal y otro búnker de reserva, además de espacio para consultas. La plantilla debería contar con dos oncólogos especializados y tres especialistas técnicos, principalmente.
Foto: Felipe de la Cruz.