El Cabildo de Fuerteventura, a través de la Consejería de Medio Ambiente, que dirige Carlos Rodríguez, muestra su preocupación por la proliferación de instalaciones no autorizadas en suelo rústico, como caravanas, contenedores, casas prefabricadas y otras estructuras que “contravienen la normativa urbanística y medioambiental, al tiempo que atentan contra los valores naturales del paisaje majorero, el planeamiento y la biodiversidad”.
La presidenta del Cabildo, Lola García, explica que “se está haciendo especial hincapié en la conservación del territorio y la vigilancia de Medio Ambiente en este sentido, es clave para mantenerlo en óptimo estado y que se respete nuestros espacios naturales”. “Por eso mismo se está paralelamente reforzando la plantilla de agentes de la Consejería, para que ese control sea más exhaustivo”, concluyó.
El consejero de Medio Ambiente, Carlos Rodríguez, hace un llamamiento a la responsabilidad ciudadana y a la coordinación entre Cabildo, ayuntamientos y todas las administraciones competentes “para evitar este tipo de acciones que dañan las singularidades naturales del paisaje majorero y que, de no remitir, podrían hacer que Fuerteventura pierda su identidad como isla”.
Desde el servicio de Medio Ambiente del Cabildo se recuerda, además, que este tipo de instalaciones en suelo rústico se encuentran tipificadas de acuerdo a la Ley del Suelo y de los Espacios Naturales Protegidos de Canarias, y que las infracciones pueden acarrear sanciones de hasta 150.000 euros. Las edificaciones no autorizables en suelo rústico están tipificadas, igualmente, en el Ley Orgánica del Código Penal.