La Oliva sustituirá los nombres franquistas en las calles por el de dos mujeres majoreras

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El ayuntamiento de La Oliva ha comunicado este 14 de enero que los nombres de dos vecinas del municipio, María González Carballo y Antonia Morera Rodríguez, sustituirán a los de las calles alusivas al régimen franquista que habían permanecido hasta ahora en la localidad de Corralejo, Acorazado España y Crucero Baleares.

Estas dos nominaciones fueron las que más apoyo recibieron en la votación popular que promovió la corporación por acuerdo plenario unánime. Entre el total de 280 votos registrados, las propuestas más apoyadas fueron las de María González, con 103 votos, y la de Antonia Morera, con 67. El cambio de nombres será oficial tras ser elevado a pleno.

El alcalde de La Oliva, Isaí Blanco, declaró que “resulta muy emocionante este reconocimiento a dos vecinas que tanto hicieron por este municipio, María González en la lucha por recuperar las casas del Casco Viejo de Corralejo, y Antonia Morera por su labor de atención sanitaria a todo aquel que lo necesitó”.

Tanto María González Carballo como Antonia Morera Rodríguez, ambas fallecidas en los dos últimos años, han recibido reconocimientos recientes. María González Carballo fue la encargada de recoger la Medalla de Oro de Canarias que le fue otorgada al Comité de Afectados del casco Viejo de Corralero en 2017. Un año antes, en 2016, Antonia Morera fue la homenajeada por el municipio de La Oliva en el acto insular del Día Internacional de la Mujer.

Antonia Morera Rodríguez nació en el norte de Fuerteventura. En los difíciles años en los que los servicios sanitarios eran prácticamente inexistentes, ejerció como la auténtica “enfermera” de Corralejo. La solidaridad y ayuda entre los vecinos era una cualidad muy valorada, y en esas tareas voluntarias y altruistas ella fue un ejemplo. Como no había un servicio sanitario en Corralejo, las urgencias más comunes (administrar inyectables, quitar dientes o auxiliar en los partos), eran solventadas por algunas vecinas como Antonia, que ponían mucho cariño y esmero en esas tareas.

María González Carballo fue un ejemplo claro de la mujer majorera de la mar, con su innegable contribución a la economía familiar asumiendo tareas como recoger la carnada, preparar y arreglar las artes de pesca, salar y cocinar el pescado… Su esfuerzo y abnegación le permitió sacar adelante a una familia de cinco hijos, y su figura es representativa de la batalla de los cientos de vecinos del Casco Viejo de Corralejo que lucharon y continúan luchando por recuperar sus casas de manos de los especuladores que se las quisieron arrebatar.

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