La Asociación Socio-Cultural Entre Mares ha expresado su “más profundo dolor y solidaridad con las familias de las cuatro personas fallecidas y de las cuatro desaparecidas que viajaban a bordo de la embarcación que naufragó en Lanzarote, el pasado viernes. Como de la persona que cayó al mar en la tarde del sábado cuando la embarcación en la que viajaba se encontraba a pocos kilómetros de las costas de Jandía, en Fuerteventura”.
Para la Asociación es una “vergüenza” que “el número de víctimas siga aumentando cada día; que cada día veamos a estas personas, que están supuestamente acogidas a pocos metros de nuestras casas, sin una atención sanitaria digna, con escasa o nula información sobre su situaciones o sus derechos…tolerándose, en nuestro territorio, la vulneración de todos los derechos humanos, precisamente ayer que se Conmemoraba el Día Mundial del Refugiado. Y que la única respuesta institucional sea que “el tema de la inmigración es un tema muy complejo…””.
Ademas, la agrupación mantiene que “la exclusiva apuesta por unas medidas de disuasión y externalización de fronteras y de bloqueo al desplazamiento y a la libre circulación, están provocando la criminalización de la migración y la vulneración de los derechos más fundamentales. Empujando a las personas a emprender travesías cada vez más largas y peligrosas”.
“La realidad en la que estamos viviendo muestra dramáticamente las consecuencias de este modelo migratorio: limitación del traslado y desplazamiento a la Península de las personas que están llegando a las costas canarias, contraviniendo la legislación vigente -derecho a la libre circulación por todo el territorio de las personas solicitantes de asilo o protección internacional- y la creación de macrocentros de contención dispuestos en el Plan Canarias”.
Es por ello que piden que se tomen medidas concretas y urgentes para garantizar la seguridad de las personas que se ven obligadas a migrar, que se abran vías de migración, y que se haga el esfuerzo necesario para que identificar a las víctimas y comunicar la desgracia a las familias.