El SUC recuerda cómo prevenir una insolación o golpe de calor. Con la llegada del verano y el incremento de las temperaturas, se ha renovado la preocupación por los riesgos de sufrir enfermedades vinculadas al calor, tales como la insolación y el golpe de calor. El Servicio de Urgencias Canario (SUC), un organismo adscrito a la Consejería de Sanidad del Gobierno de Canarias, hace hincapié en la importancia de tomar medidas ante la aparición de los primeros indicios de estos problemas de salud.
En situaciones de menor gravedad, los síntomas de insolación incluyen dolor de cabeza, enrojecimiento facial, sensación de fatiga, episodios de náuseas o vómitos, intensa sed y una sudoración abundante. No obstante, en casos más severos, la sudoración es prácticamente inexistente y la piel se presenta seca, ardiente y enrojecida. Además, se destaca el riesgo de convulsiones, particularmente en niños menores de 3 años, y la posibilidad de presentar alteraciones en la conciencia.
Medidas preventivas para combatir el calor
El SUC enfatiza la necesidad de adoptar medidas preventivas durante las épocas de calor extremo. Algunas de las recomendaciones incluyen:
- Estar alerta a las alertas por altas temperaturas y seguir las pautas de autoprotección.
- Evitar la exposición al sol durante las horas de mayor intensidad (11:00 a 17:00), utilizar gorras y ropa fresca, evitar ejercicios físicos intensos bajo el sol y beber líquidos con regularidad.
- Prestar especial atención a niños y personas de edad avanzada, ya que son más vulnerables a las enfermedades relacionadas con el calor.
- Tener en cuenta factores adicionales, como el consumo de medicamentos y enfermedades preexistentes, como la diabetes, que pueden aumentar el riesgo.
- Tomar medidas para refrescar los ambientes en los que se encuentren estas personas susceptibles.
Pasos a seguir en caso de emergencia por calor
En caso de que alguien presente signos de insolación o golpe de calor, el SUC ofrece una guía de acción:
- Trasladar a la persona afectada a un área con sombra y buena ventilación.
- Colocar paños húmedos en la frente y pliegues (axilas, muñecas, ingles) para ayudar a bajar la temperatura corporal.
- Proporcionar agua en pequeños sorbos.
- Colocar a la persona en posición de antishock: tumbada boca arriba con las piernas ligeramente elevadas y la cabeza de costado.
- En caso de alteración de la conciencia, no suministrar agua ni comida.
- Si la persona no suda y su piel está caliente y seca o experimenta convulsiones, es crucial llamar urgentemente al número de emergencias 1-1-2.
- Los médicos del SUC brindarán orientación sobre cómo actuar hasta la llegada de ayuda médica, ya que estas condiciones pueden dar lugar a una emergencia grave, incluso llegando a ocasionar un fallo generalizado en los mecanismos de regulación de la temperatura corporal, con consecuencias letales.
Durante el verano es fundamental estar alerta a los riesgos asociados con el calor excesivo y tomar medidas proactivas para prevenir y actuar en caso de enfermedades relacionadas con el calor.
