El pago de una ecotasa implica que el turista sea mejor ser humano”

Del Jable al Malpey
Del Jable al Malpey
El pago de una ecotasa implica que el turista sea mejor ser humano”
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En el programa de hoy recordamos los dos años del aniversario del volcán de La Palma, con la entrevista emitida en esas fechas a Juan Carlos Carracedo. Posteriormente, tratamos el tema de la ecotasa, con Oriol Prunés, miembro de ACBC, Asociación para la Conservación de la Biodiversidad Canaria. Explica las razones sobre la necesidad de aplicar este impuesto medioambiental, que son muy diversas, entre otras, la concienciación e implicar al viajero con el entorno y ayudar a que sea mejor ser humano, al preocuparse por la salud del medio ambiente que viene a disfrutar.

Podcast Del Jable al Malpey.- /2023.09. 19.- I Parte

Presenta Marusa Hernández y Sofía Menéndez.-

Radio-hemeroteca.-  Un recuerdo al volcán de La Palma que hace dos años abrió la tierra formando el Tajogaite, el 19 de septiembre de 2021,  escuchamos un corte de la entrevista con uno de los vulcanólogos más importantes de Canarias, Juan Carlos Carracedo, que estaba al pie del cañón con sus 80 años, a un kilómetro donde de la boca seguía escupiendo lava, el 26 de octubre de 2021, después de haber vivido cuando era joven la erupción del Teneguía.

Damos paso al siguiente invitado con una canción “Autopista al infierno” de Ac/ Dc, dedicada a la gente de ACBC  por la concomitancia con las siglas AC BC (Asociación para la Conservación de la Biodiversidad Canaria).

Entrevista sobre la ecotasa a Oriol Prunés, miembro de ACBC.

Profesor de filología románica por la Universidad de Barcelona, recién jubilado, durante toda su vida profesional ha dado clases de lengua en distintos institutos del Archipiélago, “amante de la conservación de la naturaleza, desde que tiene uso de razón”, comenta. “Mi pasión ha hecho que me dedique en cuerpo y alma a la reforestación de una pequeña finca de hectárea y media en Gran Canaria, en el estrato más seco del monte verde –añade-, es la niña de mis ojos”.

Desde la Asociación para la Conservación de la Biodiversidad Canaria (ACBC) se reclama la implantación de una ecotasa en Canarias.

El profesor explica meticulosamente lo que significa la ecotasa; uno de los tributos principales de la fiscalidad ecológica que cada vez está en más los territorios, incluso Asturias lo va a implantar. “Imaginen en comparación con Canarias, cuya presión turística masiva es cientos de veces mayor, por tanto que el gobierno canario no quiera asumir este complemento es una vergüenza; pero es que solo pretenden contentar a la patronal turística”.

“Ahora intentan responder al malestar de la opinión pública- subraya Prunés- con que van a estudiar cobrar a la gente que acceda al Teide o a la Graciosa, ante tanta situación bochornosa”. 

“Para que los oyentes comprendan mejor una ecotasa consiste en sumar medios económicos alternativos y adicionales destinados a aminorar el severo impacto ambiental que provoca la estancia de tantos visitantes. Impuesto directo, en este caso el turista paga una tasa módica diaria por pernoctación”, indica.

“La naturaleza de este tributo exige que se preserve su carácter netamente finalista; la recaudación debe destinarse sólo y nada más que a la conservación y a la restauración del medio ambiente local. Desde proyectos de investigación ambiental a la compra de suelo rústico para reforestar: a cualquiera de estos fines y a otros similares ha de dedicarse este tributo “verde”. La ecotasa se ha impuesto con bastante éxito en distintos lugares del planeta. En contra de lo que afirman sus detractores, en particular aquí y allá las patronales del sector turístico, su repercusión sobre la llegada de turistas es prácticamente nula. Así se ha podido constatar en las Islas Baleares, donde el conocido oficialmente como “Impuesto de Turismo Sostenible” se aplica casi sin interrupción, desde hace dos décadas, y sin que se haya apreciado merma alguna en el número de turistas. Antes bien, todo lo contrario” apunta el profesor.

Oriol Prunés hace hincapié en lo publicado en distintos medios con las declaraciones “de la señora Jessica de León, flamante consejera de Turismo y Empleo, se ha manifestado contraria en estos días a que se aplique la ecotasa en Canarias porque, según ella, no es necesaria (sin aclarar los motivos). Así la consejera se enrola en el barco de la patronal del sector, que una y otra vez se ha ensañado contra el “tributo verde” con el argumento de que sería un gravamen inasumible:  ahuyentaría, afirman, a los turistas. Sin embargo, como bien demuestra la favorable experiencia de aquellos lugares donde ya se aplica, el visitante no deja de acudir a un destino porque tenga que pagar una ecotasa que, en realidad, solo le supone un coste mínimo, casi inapreciable. El rechazo de la ecotasa se sostiene, pues, más en un prejuicio ideológico que en un análisis cabal de los hechos”.

Amplia las razones Prunés sobre consideraciones en relación a la concienciación del viajero y como supone que asuma la necesidad de mantener ese lugar saludable ambientalmente; despertando además la solidaridad con los que habitan esa zonas y creando un vínculo que lo hace mejor ser humano.

Canarias ha vuelto a alcanzar cifras récord de visitantes en lo que llevamos de 2023. Al acabar este año, habrán visitado el Archipiélago con toda seguridad en torno a 14 millones de turistas, una cifra próxima a la de 2018, el año anterior a la pandemia. En resumen, el negocio turístico va viento en popa, no solo por la cantidad de estadías sino también por los ingresos habidos, de los más altos en los últimos años. Pero no todo son bondades. Esa masa de turistas, a todas luces exorbitante, impone a nuestras islas un consumo apenas asumible de recursos ambientales (agua, suelo, costas, biodiversidad…). “Demasiada presión añadida a un territorio frágil y escaso que, por otra parte, ya soporta la presión de sus más de 2.200.000 habitantes”, resume.

“Según los cálculos más conservadores, -afirma- se estima que la recaudación por año de la ecotasa oscilaría entre los 120 y 150 millones de euros, cuando el último presupuesto de la Consejería de Transición Ecológica, Lucha contra el Cambio Climático y Planificación Territorial ascendió a 261 millones. Las cifras hablan por sí solas. Es del todo evidente para la ACBC que la ecotasa, siempre y cuando se destine a su fin legítimo y a ningún otro, lejos de ahuyentar a nadie, contribuiría en gran manera, por el contrario, a un desarrollo más sostenible del sector turístico canario”.

“Los dineros recaudados por ese concepto ayudarían a equilibrar el pernicioso impacto que semejante avalancha de visitantes provoca sobre no pocos de nuestros mermados o esquilmados ecosistemas; y a mantener saludables, además, aquellos otros, únicos a escala planetaria, por los cuales Canarias resulta tan atractiva como destino turístico”, concluye Oriol Prunés.

 

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