Asociación Socio-Cultural Entre Mares: “cuando se niegan los derechos a las personas migrantes, los derechos de toda la ciudadanía están en riesgo”

Imagen de archivo. Protesta de la Asociación Socio-Cultural Entre Mares

La Asociación Socio-Cultural Entre Mares expresa su más profundo dolor y solidaridad con la familia de la mujer embarazada que venía fallecida en la neumática que llegó a la costa de Lanzarote en la mañana de ayer.

 

Entre Mares quiere muestra su más profunda tristeza y consternación por el fallecimiento de esta mujer y su bebé, a quienes consideran “víctimas de la sinrazón y la crueldad de las políticas de blindaje de la Unión Europea”, “las políticas migratorias y de fronteras que niegan sistemáticamente los visados a casi todas las personas de los países del continente africano y por la falta de vías seguras para migrar o el veto a la libre circulación

Acompañan también con su apoyo y solidaridad a las familias de las 81 personas fallecidas y las 500 desaparecidas en el naufragio de una embarcación frente a las costas de Grecia el pasado miércoles. Las cuales aseguran que “pese a que era conocida su posición y la precariedad en la que se encontraba la embarcación no fueron auxiliadas”. 

“No vamos a permanecer en silencio ante lo inhumano de estas muertes, ni ante los abusos extremos de los derechos humanos de estos viajes en los que a nadie le importa si vives o mueres. Nadie espera que cada una de las personas que estamos hoy aquí, en esta lado de la orilla, nos tengamos que jugar la vida en una barca agujereada o cruzando un desierto en un camión para encontrar trabajo fuera de este país”, han manifestado desde Entre Mares.

Explica la Asociación Socio-Cultural Entre Mares que “en todo el mundo hay personas que abandonan sus países en busca de una vida más segura o mejor. El 49% de ellas son mujeres en una situación de especial vulnerabilidad porque además del acoso y el abuso sexual a las que están expuestas, tienen que encargarse de la seguridad física, el bienestar y la supervivencia de sus hijos e hijas. Hay 43,3 millones de niños y niñas desplazados; 70 millones son desplazados medioambientales o “refugiados climáticos””. 

Las causas que están provocando la movilidad de las personas, según traslada Entre Mares, son “la exclusión social y económica, la atracción que ejercen los países más desarrollados, la necesidad que tienen esos países de contar con la migración, los conflictos armados internos y los desastres naturales”. Además, “muchas de ellas terminan enfrentándose a problemas aún mayores, como las violaciones de los derechos humanos, la pobreza y la discriminación” advierten.

“Ser migrante es una condición que compartimos, una realidad de la que todos y todas somos parte y sobre la cual tenemos responsabilidad, como migrantes o no migrantes. Los derechos del migrante se expresan como el derecho de todas las personas a ser incluidas, a tener oportunidades, a progresar, a viajar, a una vida mejor, a leyes sin prejuicios, a la dignidad. La dignidad no tiene nacionalidad”.

Desde esta perspectiva, consideran que “cuando se niegan los derechos a las personas migrantes, los derechos de toda la ciudadanía están en riesgo”.

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