El 50 % del maltrato ejercido por menores en Las Palmas es físico

La violencia de género entre adolescentes es cada vez más denunciada al mismo tiempo que las formas de ejercerla son cada vez más alarmantes, ya que se ha detectado una mayor incidencia de las agresiones físicas. Las amenazas con arma blanca, los golpes e incluso tirar a la pareja por un terraplén son algunos de los casos de este tipo de agresión, que conforman el 50 % de las denuncias registradas por violencia de género en menores en Las Palmas en lo que va de año, según afirma la fiscal delegada de Menores de la provincia, Montserrat García, que ayer participó n el I Foro Internacional para la Inclusión de los Menores.
Lo que antes se apreciaba como una conducta relacionada con la violencia psicológica, de coacciones o amenazas, ahora se relaciona con el empleo de agresiones físicas similares a las que puede ejercer un adulto agresor respecto de su pareja, alerta la representante del Ministerio Público, quien señala que se están produciendo agresiones en edades más tempranas.Y es que, mientras antes había un predominio de los agresores de entre 16 y 17 años, cada vez se detectan más casos de infractores de 15 años, cuyas víctimas, que tienen 13 o 14 años, manifiestan haber iniciado la relación nueve meses o un año antes de que se inicie el procedimiento judicial. «Estas relaciones tóxicas se inician en edades excesivamente tempranas y se caracterizan por una conducta de dominio por parte del agresor, que, a veces, es percibida erróneamente por la víctima como una sensación de satisfacción, de afecto o cariño, pero que se va tornando perturbadoar porque le limita en las actividades más cotidianas», argumenta la fiscal, que apunta que, además, las víctimas adolescentes tienen mayor resiliencia al perdonar al agresor creyendo que va a cambiar.

Pese a que estos datos han generado «asombro» en el Ministerio Público, García valora de manera positiva el aumento las denuncias en los últimos años, en las que también se aprecia de manera significativa la utilización de los medios tecnológicos para ejercer violencia machista. «Las cifras llevan a  pensar que no es que antes no se produjeran, sino que no se denunciaban», apunta. No obstante, critica la escasez de recursos para la ejecución de medidas para los jóvenes agresores, «lo que aboca a una reincidencia»

Fuente: Canarias 7

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