Lucía González, técnico de la Fundación Yrichen, ha sido la encargada de impartir charlas en los centros escolares de Fuerteventura sobre los riesgos del vapeo.
Advierte de que los vapers generan micropartículas de aerosoles, contienen humectantes, diacetilo y metales pesados. Por tanto, pueden tener efectos cancerígenos y efectos negativos a nivel pulmonar, por ejemplo, irritantes.
Nos ha contado que el consumo es elevadísimo, sobre todo a edades tempranas, aunque no hay datos específicos ni estudios a largo plazo, ya que es un hábito muy reciente. Sin embargo, ha asegurado que “sí se ha demostrado que las personas que se inician temprano en el consumo de vaper tienen mas probabilidades de ser fumadoras de tabaco a largo plazo”, así como consumidoras de otras sustancias.
En sus charlas en clases de 1° de la ESO ha podido comprobar que muchos estudiantes lo han provado y 4 o 5 por clase lo consumen de manera ocasional.
Una de las preguntas más recurrentes es si es más o menos perjudicial que el tabaco y según Lucía, depende de la cantidad.
Llama la atención de nuestra invitada como vapear se considera una moda o está mejor visto porque huele bien. “No todo consumo entraña adicción pero sí unos riesgos que es importante conocer”, ha explicado.
