El Ayuntamiento de La Oliva convocaba esta tarde a las 17:00 horas a los representantes del sector deportivo del municipio en la Plaza Patricio Calero, para mostrar su postura de unidad para rechazar la violencia machista en el deporte, a raíz de los lamentables actos recientes en un partido de fútbol celebrado en Fuerteventura.
En el encuentro, al cual ha asistido también el equipo arbitral que sufrió las amenazas machistas en dicho partido de regional, el futbolista de Corralejo Pablo Pérez dio lectura a un Manifiesto contra la violencia machista en el Deporte.
También leyeron unas palabras Vicente Martín, del Colegio de Árbitros, Sabina Varela madre de jugador del CD Corralejo, Alejandro Guerra desde la AD los Toscones, y la propia Grabriella Rodríguez, la asistente que sufrió la agresión machista durante un partido de fútbol regional celebrado recientemente en Fuerteventura.
A continuación se puede volver a leer el manifiesto al que se ha dado lectura en la tarde de hoy en la localidad norteña de Corralejo:
Hoy nos hemos reunido aquí, en Corralejo, para expresar nuestra más rotunda condena
contra cualquier tipo de agresión machista, sea física o verbal, en el deporte.
Condenamos siempre cualquier acto de violencia, sea dentro o fuera de los espacios
deportivos, pero hoy hemos sido convocadas para expresar nuestro rechazo y nuestra
preocupación por un problema que no podemos tolerar.
Hemos vivido en Fuerteventura los insultos machistas contra una mujer árbitro en el sur
de la isla. Una escena que se repite cada vez con mayor asiduidad, pese a la corriente
mayoritaria de quienes peleamos cada día por una sociedad más justa.
Nos entristece profundamente tener que alzar la voz una vez más contra los intolerantes que, dentro y fuera de los campos, quieren amedrentarnos con insultos y amenazas. Nos duele, pero no daremos ni un paso atrás.
Frente a los fanáticos, siempre miraremos al frente para que las mujeres que sufren los
ataques físicos o verbales sepan que no están solas. Que siempre estaremos junto a
ellas, especialmente en los momentos más dolorosos.
Deportistas, entrenadores y entrenadoras, árbitros y árbitras, representantes públicos,
aficionados y aficionadas, vecinos y vecinas, nos hemos concentrado hoy aquí porque no
estamos dispuestos a permitir que estos hechos vuelvan a repetirse.
Los valores deportivos simbolizan el esfuerzo, la superación, la igualdad, el respeto, la deportividad, la solidaridad y el compañerismo. Son los valores que pretendemos inculcar a los niños y niñas cuando practican una actividad deportiva. Y esos valores chocan con la intolerancia y el machismo.
Queremos seguir creyendo en la fuerza de los valores deportivos como el mejor antídoto para luchar contra los intransigentes.
Estamos aquí para manifestar nuestra repulsa por los insultos machistas en el deporte, pero también para juntar nuestras fuerzas, tanto hombres como mujeres, para
garantizar un futuro esperanzador si nos mantenemos unidas y unidos.
Es un camino que merece la pena recorrer. Se lo debemos a las mujeres que ya no están; a aquellas que sufren en silencio; a las que se han atrevido a dar el paso y, sobre todo, a las niñas que vendrán.
El deporte es igualdad. El deporte es respeto. Dos valores que siempre defenderemos como mujeres y hombres comprometidos con el futuro.
