Un juez paraliza una orden de corte de luz que afectaba a 56 familias en Gran Canaria

Imagen de archivo del Tribunal Supremo.

El magistrado al frente del Juzgado de Guardia en Las Palmas de Gran  Canaria (Las Palmas) requirió hoy con apercibimiento de desobediencia a la  Dirección General de Energía del Gobierno de Canarias, a Endesa y a la  empresa Cobra para que de forma “inmediata y urgente” repusiera el  suministro eléctrico a un edificio de la avenida capitalina de Rafael Cabrera que  ayer sufrió un corte de luz sin previo aviso a sus moradores,  cercenando, a juicio de la autoridad judicial, los derechos fundamentales a  la salud, a la integridad física y psíquica y a la movilidad.

56 familias se habían quedado desde ayer sin electricidad ni agua caliente  en un edificio de siete plantas con ascensor en el que, entre otras personas,  detalla el auto de requerimiento, viven dos usuarios de respiradores que  precisan de conexión a la red para el funcionamiento de estos aparatos.

Tras practicar las diligencias pertinentes y constatar que la reposición de la  energía cortada no entrañaba peligro alguno, el magistrado de guardia –el  titular del Juzgado de Instrucción número 8 de la capital grancanaria,  Arcadio Díaz Tejera-, ordenó a la Dirección General y a la empresa  suministradora el restablecimiento del servicio “a la mayor brevedad”, advirtiendo que de no hacerlo podría incurrir en un delito de desobediencia  a la autoridad judicial, penado con prisión de tres meses a un año.

El Juzgado ha confirmado que el servicio fue repuesto a las 15.00 horas de  hoy, viernes, en cumplimiento de la orden judicial.

Corte de luz

Según detalla el auto dictado por el magistrado de guardia, el corte de luz lo ejecutó la subcontrata Cobra a las 17.20 horas de ayer jueves,  a requerimiento de Endesa.

Endesa lo ordenó a petición de la Dirección General de Energía del Gobierno  de Canarias en base a un requerimiento previo, de 7 de septiembre, que  “sólo recibió el ingeniero que hizo la obra, no la comunidad de propietarios”,  subraya el auto.

Es decir, a las 56 familias se les cortó el suministro eléctrico “sin saberlo  con antelación”, dejando sin funcionamiento el agua caliente o los  ascensores, por lo que, detalla el juez, los vecinos “se han quedado sin  poder acceder a sus viviendas”.

Industria había acordado esta restricción de energía al tener constancia de  que en el edificio se estaban llevando a cabo cierto tipo de obras. Uno de los  vecinos del inmueble, tras constatar el apagón, acudió al Juzgado de  Guardia para denunciarlo ayer por la tarde.

La autoridad judicial escuchó al denunciante, a su abogado y a un grupo de  comuneros del inmueble, y tras visitar el edificio y llevar a cabo una  inspección ocular, intentó contactar por teléfono con la Consejería de  Industria del Gobierno de Canarias, “sin resultado alguno”, reseña el auto.

Sí consiguió hablar con el ingeniero que había hecho la obra que había  fundamento el corte de suministro. Ayer, en el Juzgado de Guardia, éste  manifestó que la obra “estaba finalizada y que no representaba riesgo  alguno para los vecinos ni para sus moradores, que todo el problema es de  certificados de tipo técnico”. Es decir, que la obra no entrañaba ninguna  “dificultad de seguridad de las instalaciones eléctricas”.

El juez optó por ordenar el restablecimiento del suministro “teniendo en  cuenta que los fines que legítimamente interesa la Administración Pública  competente se pueden obtener por vías menos gravosas para la salud y la  integridad de quienes habitan el edificio”.

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