Terapia Ocupacional, la gran desconocida

Como Terapeuta Ocupacional, es frustrante ver cómo una disciplina tan necesaria e importante  pasa desapercibida, pero sobretodo en Fuerteventura.

Primeramente, me gustaría de forma breve y sencilla, explicar en qué consiste esta disciplina, que muchos desconocen, sanitaria.

La Terapia Ocupacional es una “profesión que se ocupa de la promoción de la salud y bienestar a  través de la ocupación “ Fundación Mundial de Terapeutas Ocupacionales (WOFT). En otras pala bras, nuestra función es dotar de la mayor funcionalidad posible a nuestros pacientes, con el fin  de conseguir la mayor autonomía en las actividades de la vida diaria, involucrando activamente al  paciente en todo el proceso terapéutico. Es bastante amplio y complejo entender que trabajamos  en muchos ámbitos diferentes (rehabilitación física, salud mental, atención temprana, ámbito es colar entre otras muchas), no obstante trabajamos desde diferentes abordajes y técnicas, un mis mo objetivo: La autonomía. Y no, no somos “una mezcla entre fisioterapia y psicología”.

Estamos directamente relacionados con la discapacidad y es bastante triste que ni las propias  asociaciones involucradas, conozcan esta figura. Estudié en La Universidad de Extremadura, y  tuve la gran suerte de conocer la terapia ocupacional desde otra perspectiva. Si bien las compara ciones son odiosas, me ahorraré detalles, pero estamos en la cola.

Fuerteventura es maravillosa en muchos sentidos, sin embargo no ofrece a la población servicios  que deben ser necesarios, y no un privilegio. Lamentablemente, quienes tienen la suerte de cono cer esta profesión, acuden a servicios privados, y quienes no… . Conozco bastantes casos de  niños con diferentes diagnósticos como TEA (trastorno del espectro autista), TDAH (trastorno por  déficit de atención e hiperactividad) de los cuales su única intervención es Psiquiátrica. Acuden a  su pediatra y este es el único servicio que se les ofrece. Y así con cada patología. Espero que en tiendan la frustración que produce el desconocimiento que se tiene de nuestra labor, y ya no solo  la población en general, si no las mismas administraciones públicas, quienes no pueden ofrecer  algo que desconocen. Sin ir mas lejos, irónicamente el Cabildo de Fuerteventura, ofrece a perso nas con discapacidad los servicios de un Centro Ocupacional, que para mi sorpresa, no dispone  en su equipo, de ningún Terapeuta Ocupacional. Por tanto, ya no es solo una profesión descono cida, sino solapada (y de forma errónea) por otras profesiones que (quiero/espero creer), sin que rer se adaptan a las necesidades de la población y adoptan funciones que no le competen.

Adoro mi isla tanto como mi profesión, y es doloroso saber que es inevitable abandonarla para  dedicarme a lo que más me apasiona.Es la realidad de la mayoría de los terapeutas majoreros,  quienes no tenemos opción. Actualmente, trabajo en un Centro Sociosanitario, en la unidad de

Salud Mental, en Las Palmas. Y es impresionante la disimilitud de una isla a otra. Por ello, creo que somos nosotros, los T.O quienes tenemos la obligación de dar visibilidad a una  profesión tan esencial como imprescindible, y fomentar el cambio desde dentro, no solo por noso tros, Los Terapeutas, si no por las necesidades de la población majorera.

Un artículo de opinión de Ylenia Franquiz

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