Sorprendidos con 99 kilos de lubina y sin licencia de pesca

Lubina intervenida.

La Guardia Civil del Puesto Principal de Yaiza, ha  investigado el pasado día 17 de agosto a dos personas de 59 y 35 años de edad  por un delito de hurto al ser sorprendidos en un control preventivo con 99 kilos de  lubinas procedentes de una granja de piscifactoría ubicada en la zona de Playa  Quemada.

 

Los hechos ocurrieron durante la noche del día 7 de agosto cuando la Guardia Civil  realizó un control preventivo en las inmediaciones de Risco Prieto, a un vehículo  procedente de la playa que da acceso a las nasas marinas de Playa Quemada.  Identificados los dos pasajeros del mismo estos manifestaron venir de realizar  pesca recreativa por la zona.

Por ello la Guardia Civil realizó las comprobaciones oportunas inspeccionando el  vehículo y localizando en su interior diversos barreños con lubinas de peso y  tamaño muy similares, todo ello sin cumplir con las correspondientes condiciones  higiénico-sanitarias.

Se da la circunstancia de que a pesar de transportar una cantidad muy superior a  permitida, estos no contaban supuestamente con la preceptiva licencia administrativa para el  ejercicio de la pesca, los agentes localizaron en el maletero una embarcación  neumática de unos 3 metros plegada y un motor fueraborda de 4 CV con una red  verde, siendo este el arte de pesca con el que presuntamente se capturaron las  lubinas.

Origen de las lubinas y denuncias

Por todo ello y la cantidad y tipología de las piezas la Guardia Civil inició las  correspondientes pesquisas policiales para determinar el origen del pescado para  determinar si pudiesen provenir de una piscifactoría, por el tipo de pescado, talla y  peso.

Finalmente los agentes pudieron comprobar que las mismas fueron presuntamente objeto de un  hurto en unas granjas marinas ubicadas en la costa de Playa Quemada, motivo por  el que se procedió a la investigación de estas dos personas por la presunta autoría  de un delito de hurto.

Los 99 kg de pescado intervenidos, fueron desechados con la correspondiente  acta de destrucción al no cumplir presuntamente con las garantías higiénico-sanitarias para su donación y posible uso alimentario.

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