El Gobierno ha renunciado a la prórroga de un mes ante el riesgo de una derrota parlamentaria y ha pactado con Ciudadanos una nueva extensión de dos semanas, igual a las anteriores, hasta el 7 de junio. Esto hará que no sea la última prórroga, al contrario de lo que pretendía el Ejecutivo. El Gobierno lo tenía todo listo para el mes, tanto es así que es lo que debatió y teóricamente aprobó el Consejo de Ministros esta mañana. A todos los ministros les enviaron un texto con la solicitud al Congreso de los Diputados de esa nueva prórroga hasta el 27 de junio, y se habló de esa fecha en la reunión, pero finalmente no será eso lo que se presente al Congreso, según ha confirmado la portavoz, María Jesús Montero, que ha hablado de ese 7 de junio. No es nada habitual que el Consejo de Ministros apruebe una cosa y en la rueda de prensa se presente otra muy diferente, en este caso con fechas concretas, por lo que algunos ministros se quedaron sorprendidos.
La intención política de Cs con esta posición política es evidente y queda clara en su nota: lograr que ERC no sea imprescindible en la votación. “Gracias al papel de Ciudadanos, no se va a producir ninguna mesa de negociación con ERC ni los separatistas para dinamitar la igualdad entre españoles. Por eso nos mostramos satisfechos de haber logrado aislar las demandas de los nacionalistas para poner a los españoles en el centro y haber conseguido mejoras para todos ellos”, señala la nota de Cs.
El Gobierno y ERC habían mantenido varias reuniones discretas en las que sí se habló de la posibilidad de reactivar tras la desescalada la mesa de diálogo entre el Gobierno y la Generalitat, algo a lo que el Ejecutivo nunca ha renunciado y que forma parte del acuerdo de investidura. Cs intenta así alejar a ERC del Ejecutivo, mostrando la dificultad de compaginar el voto de la formación de Arrimadas y los independentistas. Ambos quieren obligar al Gobierno a elegir uno de los dos.
Las fuentes consultadas admiten que la negociación fue más compleja de lo esperado por la resistencia de ERC, y eso ha forzado al Ejecutivo a cambiar sus planes y aceptar la posición de Cs, que siempre estuvo en contra de la prórroga de un mes. Es en cualquier caso una opción mejor que una derrota de consecuencias imprevisibles. El Gobierno quería una fórmula larga, lo intentó negociar hasta última hora, y es lo que ha aprobado hoy el Consejo de Ministros. Quería con ello evitar encontrarse con el mismo problema político dentro de dos semanas. Pero se ha visto obligado a ceder porque no tenía los votos garantizados.
“Durante esos 15 días de prórroga del estado de alarma, el Gobierno se compromete a analizar las medidas y, en su caso, reformas legislativas necesarias que permitan una salida ordenada del estado de alarma y la gestión de la pandemia en ese momento, ya sin la utilización de la herramienta constitucional de la declaración de alarma. En esos mismos 15 días, el Gobierno comunicará a Cs las primeras conclusiones de su análisis con el objetivo de dialogar y, si es posible, consensuar las medidas y reformas legislativas necesarias”, señala el comunicado de la formación de Inés Arrimadas. El Ejecutivo quería tener listas estas reformas para cuando terminara la prórroga del mes del estado de alarma, pero ahora todo se complica de nuevo y tendrá que negociar otra prórroga mientras reforma las leyes necesarias, en especial la de salud pública.
