María Serrano, brigada de la Guardia Civil, revela supuestos casos de corrupción del Seprona de Sevilla, amparada por la ley

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María Serrano, brigada de la Guardia Civil, revela supuestos casos de corrupción del Seprona de Sevilla, amparada por la ley
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La normativa europea que ha tardado en transponerse a la legislación española mediante La Ley 2/2023 protege a las personas y funcionarios que revelen casos de corrupción, como es la situación de María Serrano, Guardia Civil que lleva siete años viviendo un tormento por las represalias de sus superiores.

Podcast Del Jable al Malpey.- 2024.09.10.
Presenta Sofía Menéndez.- Ricardo Araújo (a los mandos del sonido)

En el inició de la nueva temporada, I Parte del programa de Radio Sintonía Del Jable al Malpey, traemos una entrevista a una mujer valiente y con fuertes convicciones éticas, María Serrano.
Ella es brigada de la Guardia Civil, con 30 años de servicio, a finales de agosto dio una campanada de verano revelando por interés público un supuesto caso de corrupción en el SEPRONA de Sevilla, ajustándose a la Ley 2/2023 de protección de personas denunciantes de corrupción.

Las represalias que ha vivido está mujer son de libro, de novela negra. El sufrimiento le ha hecho fuerte y considera que en la Guardia Civil no caben manzanas podridas y además lucha por la igualdad de genero en un cuerpo que debe servir de ejemplo a la sociedad, para mantener el respeto. Su caso lo publicamos en un artículo en la revista Ballena Blanca y el diario.es en Mayo de 2019. https://www.eldiario.es/ballenablanca/biodiversidad/mujeres-guardias-acorraladas-defender-naturaleza_1_1537190.html

Su caso es parecido a la terrible situación que también vivió la sargento del SEPRONA de Lanzarote, Gloria Moreno. También por denunciar a nueve furtivos de Pardelas un ave amenazada, personajes con gran influencia en la sociedad económica y política conejera que se creían impunes.

María Serrano está pendiente de un Juicio en el Togado Militar de Madrid, donde le piden un año de cárcel por una denuncia interpuesta por el que fuera su superior en la comandancia de Sevilla, Fernando Mora Moret, durante los procesos que ya duran 7 años sobre las situaciones ilícitas que ella denunciaba y que consideraba casos de corrupción.

Aquí se puede leer el artículo de Ballena Blanca, el texto dedicado a la brigada “María Serrano era jefa de unidad del equipo de investigación de Seprona de la Comandancia de Sevilla. Ingresó en la Guardia Civil en 1993 cuando tenía 18 años; fue por vocación y admiración a su abuelo guardia civil. En septiembre de 2018 cumplió 25 años de servicio en el cuerpo, con más de diez destinos distintos por ascensos y especialidades. En 2003 realizó el curso de investigación, que cuenta con muchas menos plazas que el de patrulla, centrado en legislación ambiental y en trabajo de policía judicial. Nada más terminar consiguió como destino Sevilla, que era su sueño.

El inicio fue de observación y aprendizaje. “Pero muy pronto descubrió que el cabo que estaba a sus órdenes, Enrique Castillo Martínez, que ocupaba su puesto cuando ella se iba de vacaciones, en realidad era el zorro cuidando de las gallinas”, como expresa su abogado. “Con ocasión del servicio propio de la especialidad –añade–, ”este se dedicaba a hacer denuncias sobre el comercio ilícito de productos pesqueros para después realizar los pliegos y recursos correspondientes, así como a asistir a juicios en calidad de testigo siendo llamado por la entidad Mercasevilla, a la cual previamente él mismo había denunciado.”
“Se trataba de infracciones de 60.000 euros” –prosigue el abogado– “y se presume que la intención no era otra que favorecer el resultado del juicio a favor de la entidad Mercasevilla. Además, es de destacar que estos hechos fueron reconocidos por el propio cabo infractor al teniente jefe de la sección de Seprona de Sevilla, Diego Morilla Ramos, y tal cual consta grabado”.

Como relata el abogado, cuando Serrano lo puso en conocimiento de sus superiores, estos le pidieron que mirara para otro lado y ella se negó. Por hacer lo que se esperaba de ella se vio envuelta en una vorágine de expedientes de todo tipo. Pero lo peor para esta mujer –después de aguantar faltas de respeto y la insubordinación de algunos de los miembros de la unidad Seprona, que casualmente figuran en los informes realizados por conductas ilícitas en el ejercicio de sus funciones–, llegó cuando le ordenaron presentarse ante toda su cadena de mando el 6 de marzo de 2015. La citaron en el despacho del coronel jefe de la Comandancia de la Guardia Civil de Sevilla, Fernando Mora Meret. Allí también estaban el teniente coronel jefe de operaciones y el teniente jefe de la sección de Seprona, Diego Morrilla Ramos. Según varios testigos, los gritos se oían fuera del despacho y Serrano salió de allí llorando. Ante su estado de ansiedad le dieron la baja psicológica y le retiraron el arma. La sargento acabó denunciando al coronel por haberla humillado y vejado en ese encuentro, pero la jurisdicción militar archivó las diligencias. El auto señala que se trata de una “reunión tensa y difícil” y que el coronel “empleó un tono de voz firme y contundente”, como él mismo definió. La resolución concluye indicando que se trató más bien de “unos modos de tensa riña paternal que de una conducta que merezca investigación criminal de tipo alguno”.

El defensor de la sargento no coincide en absoluto con esta versión: “La indefensión fue total, tres testigos manifestaron en sede judicial la veracidad de los hechos denunciados, pero claro, el juez del juzgado militar es también coronel, con el mismo empleo que el denunciado. La sentencia evidencia el estado patriarcal y machista de la Guardia Civil”.

El entorno de la sargento describe su tormento, entre expedientes disciplinarios, cese de destino o baja en la especialidad. Ha llegado a tener 16 procedimientos abiertos. Su abogado asegura que la han echado de su casa a instancias del coronel Fernando Mora Moret, aunque finalmente el Tribunal Superior de Justicia de Andalucía ha resuelto a favor de Serrano, declarando nulo el procedimiento, como advierte el letrado.

En la actualidad, la sargento María Serrano ha puesto el caso en conocimiento del Parlamento Europeo. De hecho, ha intervenido en unas jornadas de expertos en anticorrupción para sacar adelante una norma que ampare a las personas de la Administración que por denunciar situaciones de corrupción se ven acosadas y totalmente indefensas. Serrano cuenta con el apoyo de la Asociación Unificada de la Guardia Civil (AUGC) y de la organización Jusapol, dedicada a reivindicar salarios justos en la Policía y la Guardia Civil.” Señala la Revista de Ballena Blanca en mayo 2019 dedicada a denunciar el mal trato a una serie de mujeres del seprona que intentaban realizar lo mejor posible su trabajo.

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