La Rosa de Fuerteventura
La Rosa de Fuerteventura
La importancia de las loceras en el desarrollo de la Fuerteventura rural
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Se sienta en la Rosa de Fuerteventura, en el último espacio de la temporada, Silverio López autor de “Manuel de Alfafería” obra publicada por la dirección general de Patrimonio Cultural, “resultado de años de experiencia, formación e investigación sobre la cerámica tradicional canaria, donde el autor resume los conocimientos transmitidos por generaciones anteriores y recopila los estudios e investigaciones que documentaron las técnicas de las antiguas loceras”.

López, nos habla por teléfono desde Gran Canaria. Comentamos la importancia de las loceras majoreras en el desarrollo de la Fuerteventura rural, en una época  donde el  tiempo no existía o tenía otro valor. Silverio dibuja mujeres, como Josefa Acosta y su hermana, que  facilitaban el trabajo doméstico con objetos que se utilizaban para el día a día. Transportar el agua, guisar la comida y otra serie de elementos que “ya están en desuso y -además- prohibidos, porque la normativa del uso doméstico culinario del barro obliga a  tener una protección, un esmalte, por lo tanto ya no puedes vender piezas para uso alimentario“, recuerda López.

Escuchamos en la radio como nuestro invitado se refiriere al concepto del tiempo como la principal herramienta que tiene el artesano y la artesana. Reflexiona: “antes no existía el tiempo en cuanto al concepto económico”.

Se pregunta, ¿cuánto tardas en hacer una pieza? ¿Cuánto tardas en un proceso de aprendizaje? Tienes que ir lentamente hasta que adquieres las habilidades suficientes para desarrollar una pieza y  eso “lo adquirían aquí las mujeres en Gran Canaria, sobre todo en la Atalaya desde pequeñitas”.

En su explicación hace referencia a que hay muchas fotografías de loceras de La Atalaya donde se ven cuatro generaciones de artesanas, desde pequeñitas estaban tocando el barro, con 10  o 15 años ya habían pasado por toda la fase de aprendizaje y eran auténticas expertas en el manejo del barro. “No había que decirles nada, no se tenían que fijar en nada”, asegura. La artesanía es un producto de muchas, muchas horas de trabajo.

Por otro lado, Silverio López habla de la importancia de la divulgación. En este sentido, señala que “el Cabildo de Fuerteventura ahora mismo esta en la línea de programar talleres y como ejemplo destaca el de palma que se esta desarrollando en Raíz del Pueblo, en La Oliva. Para López, este es el mejor reconocimiento, que hayan escuelas o espacios donde se difundan esos  conocimientos artesanales.

El artesano, en otro momento de la conversación, recuerda las charlas con el profesor Francisco Navarro Artiles donde éste decía que, es el discípulo amado o  la persona que tú crees, la que va a recibir el testigo y debe trasladar los conocimientos. “El profesor tenía razón”, aunque , en su opinión, “la otra parte también es muy importante, la parte de divulgación. Es una forma de que la población conozca los procesos y de alguna  manera puedan valorar el producto”.

Josefa Acosta, artesana de Fuerteventura

Volviendo ‘Manual de Alfarería Canaria’ de Silverio López  recoge las técnicas y procesos tradicionales que se han empleado en los diferentes centros loceros de Canarias para realizar objetos domésticos de uso cotidiano. Desde esta perspectiva, el libro es un “homenaje a las loceras”, mujeres que compartieron “de forma directa y sin ocultamientos, la información”.

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