Y de su gente. La celebración del Torneo Mixto organizado por el CD Bentaguaire en el Pabellón Oasis ha mostrado la grandeza que tiene este deporte y la que tiene también sus deportistas, entrenadores, aficionados… los que viven por y para el voley y que recuerdan a aquellos que lo dieron todo desde la cancha, desde los entrenamientos y desde el arbitraje.
Porque un torneo de estas características, el único que se celebra en la isla, sirve para el fomento del voley en sus distintas vertientes, para que los más jóvenes se involucren en su práctica pero también para que los amigos de Fuerteventura y llegados desde varios puntos del Archipiélago recuerden la figura de Juan Carlos Morales Déniz (Carlos Déniz para los plumillas), y hacerlo de la mejor forma, jugando a voley. Y también allí su familia y amigos que ya tienen una cita ineludible marcada en el calendario.
Se supera este torneo año tras año. Los organizadores e implicados en el mismo (perdón por no ponerlos con nombres y apellidos pero si lo hago me dejaré alguno y sería imperdonable) se dejan la piel para que todo salga a la perfección y luego, viendo los partidos, lógicamente el listón sube. Y lo hace por la emoción, la calidad, la entrega y la brillante actuación de todos y cada uno. Sólo una prueba. La final fue digna del mejor de los torneos a los que se puede asistir, con igualdad y emoción hasta el final.
Bien es cierto que, en la clasificación, el triunfo fue para el Bentaguire, que se llevó la final, ajustadísima, ante el Net 7, mientras que en tercera posición quedó Conejeros Team. Después Akokan, Tairi, Roca Mar, Voleycruz y Nutella, quienes disputaron hasta el último punto con entusiasmo y además en un gran escenario, pero en realidad fue el volebol el que triunfó.
Después del Torneo, del juego y de la emoción, con el recuerdo de ‘Carlos’ presente siempre, el mejor homenaje tiene que llegar con el fomento del voley y que la familia de este deporte siga creciendo.
