Iñaki Lavandera, diputado del PSOE por Fuerteventura, mostró el martes 26 de marzo su desagrado con el Gobierno de Canarias, presidido por Fernando Clavijo, por pretender autorizar la instalación de un aerogenerador eólico de 120 metros de altura junto al faro de El Cotillo, además de las necesarias infraestructuras para poder verter la energía en la red eléctrica, después de haber permitido en el entorno Corralejo, Villaverde y Lajares dos parques eólicos bajo la premisa del “interés general”.
“Estos proyectos no dejan de ser inversiones de carácter industrial declarados de interés general bajo la discutible premisa de “razones justificadas de urgencia y excepcional interés”, tal y como se expone en los sucesivos decretos firmados por Fernando Clavijo en contra de lo establecido en el planeamiento de la isla de Fuerteventura, ya que los tipos de suelo escogidos no admiten este tipo de instalaciones”, explicó.
El diputado del PSOE sostuvo que CC “destroza el paisaje de Fuerteventura, va contra el planeamiento insular y de los municipios, aun conociendo que se está tramitando un reglamento insular de energías renovables que tiene como objetivo establecer criterios de localización que respondan al interés general y no al de unos inversores privados”.
El parlamentario majorero recordó que el paisaje “es un bien público que Coalición Canaria pone al servicio del interés privado, no del interés general, al servicio del beneficio económico privado”. Insistió en que el paisaje majorero es “patrimonio de toda la sociedad, el que nos da calidad de vida, nos regala nuestra singular identidad, un paisaje que se destruye poniendo en riesgo nuestro futuro”.
Subrayó que en Fuerteventura “vivimos del turismo, aspiramos a la diversificación económica, pero no podemos obviar cuál es nuestra principal fuente de riqueza”. Lavandera reprochó al Gobierno de Coalición Canaria que no ponga el mismo interés en el traslado de la central de las salinas en Puerto del Rosario que en la declaración de interés general “para saltarse el planeamiento de aerogeneradores que salpican el paisaje de Fuerteventura sin orden ni concierto”.
