El Papa Francisco ha fallecido hoy, a los 88 años, tras una larga hospitalización de 38 días en el Gemelli de Roma por una enfermedad pulmonar crónica, recibiendo oxígeno, y dos semanas de convalecencia en su residencia.
La Santa Sede lo ha hecho público a las 9.52 con un comunicado: “Su eminencia, el cardenal Farrell, ha anunciado con tristeza la muerte del papa Francisco, con estas palabras: ‘Queridos hermanos y hermanas, con profundo dolor debo anunciar el fallecimiento de nuestro Santo Padre Francisco. A las 7,35 de esta mañana el obispo de Roma, Francisco, regresó a la casa del Padre”.
Su última aparición fue ayer, un domingo de Resurrección en el que volvió a pedir por la paz en el mundo. Francisco no celebró la Misa de Pascua en la plaza, que delegó en el cardenal Angelo Comastri. Pero después de que terminara, apareció en el balcón de la logia sobre la entrada de la basílica e impartió la bendición apostólica en latín.
Papa desde 2013 tras la renuncia de Benedicto XVI, Francisco fue un hito al convertirse en el primero en muchos aspectos: fue el primer pontífice americano, el primero procedente de América, el primero no europeo desde el siglo V, el primer jesuíta en gobernar la Iglesia católica y el primero, también, en elegir Francisco como nombre.