Entre espada y espada: el hundimiento social y económico de Fuerteventura

Imagen de archivo de la autovía Puerto del Rosario- Corralejo, Fuerteventura. Fuente: Radio Sintonía.

Ayer viernes, 18 de junio, se constató la muerte de una persona de 48 años después de haber sido desahuciada del lugar donde residía en Puerto del Rosario capital de Fuerteventura.

 

El drama que supone para muchas personas la falta de medios económicos para ellos mismos o para sus familias en Fuerteventura, está llegando a un punto en que las personas en situación de vulnerabilidad ya no saben qué hacer cuando legalmente lo han hecho todo, o cuando el tiempo consume la paciencia de esperar trámite tras trámite.

Recordemos lo que pasó esa mañana del 2 de junio de 2021, también en Puerto del Rosario, cuando un joven de 26 años acudió a Servicios Sociales y fue comunicado de que debía ir a los Servicios Sociales del cabildo. El hombre después de marcharse volvió con una garrafa de gasolina dispuesto a prenderse fuego. El joven, que después se mostró muy arrepentido, tuvo que ser atendido porque le dio un ataque de ansiedad.

Desde hace un año, en toda la isla estas historias empiezan a ser una generalidad. Sin ir más lejos hace unos días recibíamos a Isabel Laucirica, presidenta de la junta insular de la Asociación contra el Cáncer, quien dijo en la Radio que están ayudando a 12 familias a llenar la nevera o a pagar el alquiler. De hecho, la recaudación de fondos que organizó para el pasado jueves fue precisamente para los pacientes que se encuentran en una mala situación económica.

 

Por otro lado, Majoreros Solidarios en marzo de este año estuvo atendiendo a aproximadamente 150 personas en situación de vulnerabilidad, y Misión Cristiana Moderna en enero de 2021, tenían datos de que estaban ayudando a 300 personas diariamente con el desayuno, almuerzo y cena, y a entre 500 y 600 familias con la compra mensual de alimentos. Incluso por aquel entonces, también estaban colaborando con la entrega de ropa.

 

Después de un año y medio de pandemia, la desesperación que muchas personas sufren es palpable en la isla de Fuerteventura.

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