En esta Rosa de Fuerteventura hemos contado con la participación de Carmelo Torres, profesor de Historia, Sergio Marín Torres, Marcos López Francés, ambos agricultores, y Leocadio Araya, presidente de la Agrupación Agrícola Parcial de Fuerteventura.
Todos ellos han defendido la importancia que es dotar de una seguridad acuífera a la agricultura en Fuerteventura. El profesor denunció en Radio Sintonía que a pesar de todos los informes o catálagos municipales que se elaboran, no existe ninguna acción concreta que defienda todas las estructuras de aprovechamiento de agua, y que incluso en muchas ocasiones se actúa para destruir estas formas tradicionales como la gavia, el aljibe o el pozo, en vez de preservar el paisaje de Fuerteventura.
Los agricultores, de hecho, han mantenido que Fuerteventura es “la isla más complicada para la agricultura”, a diferencia de otras islas de Canarias. Sin puntos de ventas o comercialización, ni para adquirir semillas o cajas y faltos de agua, nuestros invitados han relatado las dificultades y el costo monetario que supone desempeñar este oficio en la isla.
Subvenciones, pero acompañadas de medidas que aseguren la continuidad de su actividad y que protejan su sector es lo que piden los agricultores al nuevo gobierno de cabildo de Fuerteventura. Asimismo han demandado respaldo jurídico para que puedan vivir de la agricultura, un sello de calidad, un plan a medio y largo plazo para el campo, y que negocien con los hoteles de Fuerteventura para que al menos un día a la semana elaboren platos con los productos majoreros.
