Desde este miércoles, las autoridades canarias no podrán separar a los menores migrantes llegados en pateras de los adultos que dicen ser sus progenitores hasta que las pruebas de ADN confirmen lo contrario.
El hecho se da después de que los medios de comunicación se hicieran eco hace unos días que al menos 11 menores llegados a las islas de Fuerteventura y Gran Canaria habían sido separados de sus presuntas madres hasta que las pruebas de ADN, que se envían a la Península, certificaran el vínculo. De hecho, en una entrevista para Radio Sintonía a Pepe Naranjo, el periodista calificó de “tremenda” la situación y se posicionó a favor de mantener unidas a las familias, puesto que va en contra de los Derechos de los Niños y las Niñas.
El dictamen, impulsado por el fiscal superior de Canarias, Luis del Río, es de aplicación para todo el Archipiélago desde este miércoles.
