El martes 13 de noviembre iniciamos el programa Del Jable al Malpey con un poema de Marcos Hormiga, sobre un hecho histórico que sucedió en Fuerteventura en 1976, la muerte de Pablo Espinel en Guizguey.
Un verso que sirve para introducir los temas a tratar en primer lugar el III Potaje Científico, el próximo sábado 17, a las 11:30 horas en Raíz del Pueblo, La Oliva, donde se llevará a cabo el II concurso de Potaje de semilla majorera, homenaje a una agricultura, Lala Carreño, la primera en cocinar unas lentejas en este evento de la Semana de la Ciencia y la Innovación de Canarias, (ACIISI). Lala nos dejo el año pasado el mismo día que se celebró el II Potaje Científico, después de una larga convalecencia.
I
Solo era un día corriente,
normal, otro día cualquiera.
El pago marchaba en paz
y su gente en la refriega
de granjearse el condumio
de la jornada que empieza.
Los vecinos de Guizguey
con su sencillez otean
otra nueva madrugada
que sube por la ladera,
otra aurora apuntalada
que por el valle se adentra.
Allí en el poniente nacen
profundas las barranqueras
y, al opuesto, son los cauces
los que hacia el mar se despliegan.
En medio está nuestro valle.
Son gavias las que campean
con terrazas cultivadas
donde retoza la siembra.
Otra jornada, otro día,
de la mies por primavera.
En la primera entrevista, el popular cocinero majorero, Marco Gutiérrez Verá, de Casa Marcos, presidente del Jurado del II Concurso de Potaje de semilla majorera Biosférate, explica lo importante que son los platos de cuchara, para una buena gastronomía y una vida saludable. Marco recuerda ese paisaje de su infancia, los potajes de su madre y, todos sus hermanos y hermana a la mesa degustando esas lentejas. Comenta la posibilidad de llevar a cabo cocina de kilómetro cero en la isla de Fuerteventura reorganizando el sector primario.
Marcos inicia próximamente un proyecto nuevo en la isla de Fuerteventura, en el que los viajeros podrán alojarse en cinco habitaciones colindantes al restaurante, un nuevo concepto para forofos de la buena mesa, ansiosos por degustar la gastronomía majorera. El programa continúa con la canción de Legumbres de Rayco León. La segunda parte Del Jable al Malpey enlaza con la segunda estrofa sobre Pablo Espinel de Marcos Hormiga:
II
Sin embargo una negrura
sobre la Isla se empeña
porque se impone a la pobre
gente de costumbres quietas
rumores de que las cosas
quizá no son como fueran.
Hay robos, rapacería
de cierta gente extranjera
y también de nacionales
milicias para la guerra,
tenidas por mercenarias,
encontradas a avenencias
de vivir en paz. Armónica
era la rutina isleña.
Ahora se ciernen las sombras,
cerrazones y tinieblas,
lobreguez y oscuridad
apretada, mala, incierta.
III
Sale el campesino al tajo
como gente ganadera
del pan que se amasa con
el sudor de toda la hacienda.
Labores para unas gentes
de las más duras tareas:
ahora se empina un trastón,
se desentulle una alberca,
más tarde se yerguen caños,
se destranca la atarjea;
aquí un pastor que custodia
la manada donde, afuera,
reinan los vientos cambiantes
que arrumban en polvaredas;
allí un labriego que arranca
los matojos que descuellan.
Aquí, de pronto, despuntan
sin aviso, malas hierbas:
¡Cinco soldados con rumbo
fugitivo! Metralletas
portan al hombro, mortales
con intenciones aviesas.
Dos de ellos se distancian
del hatajo. Se dispersan.
Aquí que avistan la casa
que apunta en aquella cuesta,
allí dirigen los pasos,
por la única verdea
que conduce hasta el deslinde
donde una vida se siega:
hay palabras de por medio,
encontradas, crudas, recias.
Pablo que resulta herido,
Pablo busca su escopeta,
Pablo recibe una ráfaga.