Para conmemorar el Día de la mujer y la niña en la ciencia, que se celebra todos los años, el 11 de febrero, entrevistamos a una joven majorera, nacida en Gran Tarajal, Gara Torres Lillo, terminó en el 2020 un doble grado de ingeniera química y ambiental. Primera de su promoción en ingeniería ambiental. Actualmente hace un Master en la Politècnica de Catalunya, en Barcelona, de ingeniería industrial.
Podcast.- Del Jable al Malpey.-2022.02.08.- Presentación Sofía Menéndez y Marusa Hernández.-
– ¿Cual era el número de mujeres y hombres en la carrera? En la primera parte estaba más o menos equilibrado; en el grado de ingeniería ambiental había más presencia femenina que en ingeniería química. Pero ahora en el master ha disminuido un 20%. Lo que demuestra que las mujeres nos vamos quedando por el camino y por lo tanto serán menos las que lleguen a puestos relevantes en este área. Es un dato muy significativo y demuestra que se mantiene el techo de cristal, la presencia de las mujeres en carreras de ciencia y tecnología ha aumentado mucho pero todavía queda mucho por delante.
“En general, la falta de referentes no nos hace plantearnos ser ingenieras. Yo tuve padres que estudiaron carreras de ciencia, pero optar por una ingeniería me parecía inviable. Luego ellos me animaron a escoger esa rama de conocimiento y cuando empecé me encantó. Porque trata de resolver problemas y me parece fantástico”, explica Gara Torres Lillo.
La ingeniera nos comenta que lo que más le gusta sin lugar a dudas y en lo que pretende trabajar es como especialista en medio ambiente. Solventar los problemas de la depuración de aguas o gestión de residuos, tratamiento de efluentes contaminados.
Hablamos de su trabajo de final de grado de ingeniería ambiental, en la Universidad Rey Juan Carlos, en la Escuela Superior de Ciencias Experimentales y Tecnología, sobre “Análisis del Estado y Propuestas para la Gestión de la Presa de las Peñitas” (Fuerteventura –Canarias).
Gara Torres Lillo está orgullosa de este trabajo, considera que su propuesta para preservar el agua de la presa, además de restaurar el ecosistema y ser el menos impactante, es mucho más económico de los que se proponen por parte del Cabildo de Fuerteventura. “Se trata de un lugar colmatado de sedimentos que no permite la acumulación del agua, así que plateó una serie de propuestas para mejorar el estado actual y que deje de estar inutilizada,” afirma. “El agua es un elemento imprescindible en cualquier lugar pero en Fuerteventura es completamente necesario para las especies que necesitan una condiciones hídricas determinadas. Habría agua deforma permanente que posibilitará también el desarrollo agrícola en la zona. Al final –añade- todo está conectado en la cuenca hidrográfica y presa, así que trabaje en los dos aspectos y propuse la revegetación para evitar la erosión que afecta a la colmatación y también subir el muro para que se pueda acumular el agua”.
“En mi proyecto también rebato la propuesta que tiene la Administración porque no soluciona los problemas graves de salinización y la sedimentación, además de tener un coste elevadísimo. Por eso mismo presenté el trabajo a la institución para que lo evaluaran y se plantearán esta opción”.
También considera que la elección del Cabildo exige mucho más tiempo y una maquinaria especial para quitar las arcillas; supone además un problema de donde acumular estos sedimentos que son salinos y incompatibles con la vegetación. Pero por supuesto en mitrabajo indicó que es necesario un estudio pormenorizado para ver la posibilidad de aumentar el muro, porque se trata de una mampostería antigua muy especial.
-¿A qué te quieres dedicar? – Como indiqué antes a la ingeniería ambiental.
“Hoy en día concluye -Gara Torres Lillo- tenemos muchas cosas que mejorar y tecnología para resolverlas”. Otro tema que le encantaría resolver próximamente es la situación que se va vivir por la desaparición de las playas de Sotavento, a causa de la autovía y las construcciones en lugares inadecuados que frenan la entrada del jable. Al final las playas son la belleza de Fuerteventura pero además su principal recurso turístico, base de su economía, por lo que hay que protegerlas.
