

Desde el programa de medio ambiente y temas sociales hoy estamos de luto, porque se ha ido el Papa ecologista. Pedimos reflexiones sobre su legado al teólogo Daniel Izuzquiza, denominado el jesuita entre invernaderos, del servicio Jesuita a Migrantes (SJM) de Almería. Así como al profesor y activista, Pedro Hernández de la Escuela Universitaria de Turismo de Lanzarote.
Podcast Del Jable al Malpey / 22.04.2025. – I Parte.
Presenta Sofía Menéndez. Sonido: Ricardo Araújo.
Escuchamos a Tupasy María – traducida al español virgen María- Nuestra Diosa- para los indígenas. Música procedente del barroco misional Jesuita que interpreta una mujer nativa. Y traemos esta voz dulce a este programa porque El Papa Francisco ha elegido no enterrarse en San Pedro sino en una pequeña basílica de la “Tupasy” la Mayor.
Hacemos una reflexión del legado del Papa Francisco con el teólogo Daniel Izuzquiza, denominado por la prensa local de Almería como el jesuita entre invernaderos.
Hace diez años entrevistamos a Izuzquiza -en el programa Del Jable al Malpey, el 23 de junio de 2015, para que nos hablara de la encíclica del cambio climático recién publicada por el Papa Francisco (https://www.vatican.va/content/francesco/es/encyclicals/documents/papa-francesco_20150524_enciclica-laudato-si.html).
El jesuita en ese momento era jefe de redacción de la revista de EntreParéntesis, una iniciativa de la Compañía de Jesús, con la misión de generar un espacio de diálogo y encuentro fronterizo con las culturas y las religiones de nuestro tiempo. En la actualidad forma parte de la Misión de Almería, colaborando con el Servicio Jesuita a Migrantes (SJM) en la frontera sur. El teólogo ha publicado con Cristianisme i Justícia, cuadernos de Revolución desde abajo. La política espiritual de Dorothy Day y Al partir el pan. Así como Notas para una teología política de las migraciones. Ha formado parte del patronato de la Fundació Lluís Espinal-Cristianisme i Justícia.
Del Jable al Malpey ha vuelto a pedir su opinión y reflexiones sobre lo que ha supuesto el legado del Papa Francisco, que desde este programa Del Jable al Malpey siempre hemos admirado y nos hemos declarado forofas del Papa ecologista.
Para Daniel Izuzquiza es muy relevante que “Laudato sí se publicara en el mes de mayo de 2015, unos meses antes de la conferencia del Clima de París y por tanto tiene una capacidad de influir sobre la conversación pública y el debate político. Además, en el año 2023 el Papa publicó una exhortación apostólica que se llama el Laudato Deum que insiste sobre el reto del cambio climático y que está orientada también a influir en la cumbre del clima de Dubái. Esto -añade- “quiere decir que la orientación del Papa es intentar influir en las decisiones y debates políticos sin tener miedo, lo que supone una aportación muy relevante porque lo hace de manera consciente y explícita”.
Según el teólogo, “al subrayar el carácter político de la ecología, el Papa habla de la ecología integral, que las decisiones políticas tienen que estar basadas en la ciencia, alimentadas por el espíritu, pero no quedar presas de los intereses económicos por eso él va a recalcar en la llamada a la conversión ecológica que esta nos afecta a todas las personas, a las comunidades, pero también a las decisiones políticas porque si no nos convertimos, si no salimos de nuestros propios intereses va a ser difícil si no imposible dar los pasos para cuidar efectivamente la Casa Común”.
Izuzquiza comenta además que a la hora de abordar la cuestión ecológica precisamente hay que subrayar la dimensión espiritual; cuando dice por ejemplo que todo está conectado y que los seres humanos formamos parte de un tejido universal cósmico del que somos parte. “Pero no solo entra en una dimensión digamos espiritual genérico, -añade- sino que hace unas aportaciones específicas del cristianismo, desde la Biblia, desde el Misterio de la Trinidad, desde la tradición religiosa -por ejemplo- de San Francisco de Asís. Lo que permite subrayar la raíz espiritual y además alimentar esa dimensión; precisamente para los cambios que necesitamos.”
“Esta espiritualidad del cuidado es muy importante y se tiene que desplegar -dice el Papa- en aspectos educativos que tienen que ver con la vida cotidiana, con nuestros pequeños gestos, con nuestros comportamientos, con nuestro modo habitual y cotidiano de relacionarnos y esto es algo también muy importante que a veces se puede olvidar: cómo vincular las grandes decisiones y los grandes retos y las grandes crisis globales con nuestras acciones concretas y cotidianas. El papá ha conseguido impulsar esto no solo a través de la espiritualidad sino también de la educación. Un rasgo que creo que hay que destacar de la aportación de Francisco respecto a la ecología es el cuidado de la casa común …” Estos entre otros muchos aspectos son las reflexiones que hace el jesuita Daniel Izuzquiza.
El profesor y activista Pedro Hernández de la Escuela Universitaria de Turismo de Lanzarote, otra de las personas que utiliza en sus clases la Encíclica Láudate en sus clases. Habla de la gran personalidad de Papa en favor de los pobres y comenta también la importancia de su palabra en este mundo asediado de la crisis eco social. Para Hernández es muy importante que Bergoglio fuera asesorado por científicos de gran prestigio o de personas como la periodista Noemi Klein. Considera fundamental su postura contraria a cualquier guerra, sean quien sean los países en litigio. Además, ha llamado por su nombre a lo que está pasando en Palestina, un auténtico genocidio, donde están matando niñas y niños y en general miles de personas civiles. La guerra es el peor fracaso del ser humano, señalaba Francisco, principal líder de este mundo, a la cabeza de millones de cristianos y responsable del Vaticano, sede de la Iglesia católica, lo que supone una situación -según Pedro Hernández- dejando aparte las religiones, un faro clave ante otros estados del planeta.
Para terminar, escuchamos la composición de otro jesuita músico del barroco misional Dominico Zipoli (1688–Italia/ 1726–Córdoba, Argentina) y defensor de las tesis de Fray Bartolomé de las Casas, siempre en defensa de los indígenas.