De la “eólica negra”, pasando por el “vetusto” discurso de Tamames, al “pelotazo” de Resort turístico en La Palma

Protesta en La Palma ante la puerta del Cabildo por Declarar de interés insular un Eco- Resort con campo de golf
Del Jable al Malpey
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De la “eólica negra”, pasando por el “vetusto” discurso de Tamames, al “pelotazo” de Resort turístico en La Palma
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 Hablamos en el programa de radio del acecho de la “eólica negra” marina, charlamos con el profesor Pedro Costa Morata, que conoció a Ramón Tamames cuando era comunista y hoy participa en la moción de censura en el parlamento de mano del partido franquista, y por último entrevistamos a Pablo Díaz, del grupo ecologista Centinela, de Ben Magec, de otro disparate ambiental, un pleno en el Cabildo de La Palma para declarar de interés insular un proyecto turístico de golf, que denominan Eco Resort Camino Real La Pavona, -con hotel, villas, piscinas, y palacio de congresos- en un paisaje natural agrícola.

 

Podcast Del Jable al Malpey.- I Parte (2023.03.21)

Presenta Sofía Menéndez.-

La corresponsal literaria, Pura Cuenca Roy, recuerda en el inició del programa la poesía del valenciano Francisco Brines, un imprescindible del siglo XX, premio Cervantes en 2020, falleció en mayo de 2021. Pura explica que hay una nueva antología, “En Tierra Nativa”, editada por Renacimiento, en la que se recoge su arraigo al paisaje, a su tierra y a la luz Mediterránea. Un texto lleno de inteligencia y belleza, en torno a la casa familiar. El poema elegido para hoy: “Cuando yo aún soy la vida”.

Presentación Sofía Menéndez.-

Hacemos mención de la entrevista que aparece en la Ventana Verde del Asombrario (Público), que firma Pura C. Roy, con el título: ‘Molinos y gigantes’: Jaume Franquesa destapa el acecho de la ‘eólica negra’

En el texto explica que el concepto engañoso de transición energética es problemático, ya que nos nubla la comprensión de la realidad actual y futura. “De hecho, -continua- es esta noción la que apuntala la idea ampliamente extendida de que la transición ecológica puede reducirse a la transición energética, y que esta última consiste simplemente en la instalación de energías renovables. Este esquema olvida, como mínimo, cuatro cosas clave. Una, que los problemas ecológicos van más allá del cambio climático (agotamiento de los recursos, pérdida de biodiversidad, abuso de pesticidas y salinización de suelos), y que, por lo tanto, la transición ecológica no puede limitarse a la cuestión energética. Dos, que el desarrollo de las renovables se lleva a cabo dentro de un sistema fósil, e implica un uso nada despreciable de combustibles fósiles. Tres, que por mucho desarrollo renovable que haya, esto sirve de poco si no se desplazan o sustituyen otras fuentes de energía. Y cuatro, que no puede haber una verdadera transición ecológica a menos que se reduzca el consumo de energía y materiales, es decir, sin que se produzca un decrecimiento, a poder ser planificado, lo cual implica desterrar el mito del crecimiento, ya que no es posible desacoplar el crecimiento económico tal y como suele definirse (básicamente, como incremento cuantitativo del Producto Interior Bruto) de la presión sobre los recursos.“

“La transición ecológica tiene que ser entendida como una cuestión política y social. Todo ello está relacionado con el mito del crecimiento del que hablaba más arriba, que es lo que está detrás de la idea falaz de crecimiento verde, la alquimia esa de vamos a hacer negocio mientras salvamos el planeta. El criterio del beneficio económico debería evacuarse de la planificación energética.”

“…Todo ello a veces se traduce en resignación y otras en indignación, pero en el libro pongo énfasis en la segunda, porque la indignación y la consiguiente búsqueda de dignidad es lo que más me he encontrado en el sur de Cataluña durante los años en los que llevo haciendo investigación allí. Y me tomo el análisis de esta indignación muy en serio, intentando entender cómo se relaciona con sus esfuerzos para tirar adelante, para definir lo que es una vida bien vivida, y para defender la dignidad, el valor de sus vidas y sus territorios.”

Animamos a los oyentes a lectura de la Ventana Verde del Asombrariohttps://elasombrario.publico.es/molinos-y-gigantes-jaume-franquesa-acecho-eolica-negra/

 

Pedro Costa

.- Continua el programa Del Jable al Malpeyabriendo la puerta a una charla con Pedro Costa Morata, profesor jubilado de la Universidad Politécnica de Madrid, uno de los veteranos ecologistas que luchó contra el franquismo. En aquellas fechas era un joven ingeniero que se enfrentó a la instalación de las centrales nucleares que se pretendían poner a principios de los setenta en el País Vasco y en la costa murciana. Es Autor de “Nuclearización de España” editado en 1976. De la ingeniería pasó a las humanidades y estudió sociología, periodismo y políticas entre otras carreras.

Ha pisado también el “tablero” electoral como candidato de Izquierda Unida en Murcia, su tierra, es un ser político por naturaleza. Pero al contrario de otras personas, Pedro Costas es  cada vez más de izquierdas, “los años no me han hecho ser conservador como a otros”.

En la charla, nos explica cómo conoció a Tamames cuando este era profesor de la Autónoma de Madrid y como devoraba sus libros. En esos tiempos incluso llegó a participar en algunos de sus trabajos.

Unos días antes de la intervención de Tamames, candidato por Vox a presidente de Gobierno, Pedro Costa publicaba un artículo en El Salto Diario reflexionando cómo este miembro del Partido Comunista termina sus días ofreciéndose a la extrema derecha franquista. 

https://www.elsaltodiario.com/vox/tamames.

 

Posteriormente, terminamos hablando con Pedro Costa Morata de otro de sus últimos artículos sobre la situación de los desmanes amparados en macroproyectos de energías renovables, que según él deben ser combatidos como se hizo en los años 70 contra el ilógico programa nuclear.

 https://www.elsaltodiario.com/energias-renovables/desorden-furia-devastacion-energias-renovables

 

.-Entrevista, desde la Isla Bonita, a  Pablo Díaz del grupo Centinela, de Ben Magec, para tratar la aprobación en el Pleno del Cabildo de La Palma de un Eco-Resort turístico de lujo, como interés insular, al igual que sucedió con el proyecto Dreamland.

“Los políticos de la isla, que ha sufrido lo indecible por la erupción volcánica, y que todavía tiene familias que perdieron su casa en hoteles, solo se le ocurre volver a proponer que en un terreno agrícola con valores naturales un proyecto totalmente caduco, con campo de golf, piscinas a mansalva, hotel, villas, palacio de congresos, en definitiva una ciudad para turismo de masas”, afirma Díaz.

“De 21 consejeros solo han ido al pleno 15 para no enfrentarse a la presión de la patronal turística”, añade Díaz. “Pero nuestra compañera Estrella Monterrey los ha puesto en su sitió”. También especifica que el estudio de impacto ambiental al igual que en el Dreamland está firmado por el ínclito Rosendo López.

En este podcast dejamos un resumen de la participación ciudadana que solicitó Ben Magec. Una intervención que realizó durante 15 minutos Estrella Monterrey como miembro de los ecologistas.

“INTERVENCIÓN CIUDADANA EN EL PLENO DEL CABILDO DE LA PALMA DEL 20 DE MARZO DE 2023

 ASUNTO 17.- DECLARACIÓN DEL INTERÉS INSULAR DE LA INICIATIVA DE INSTRUMENTO DE PLANIFICACIÓN SINGULAR TURÍSTICA PARA LA HABILITACIÓN DEL EQUIPAMIENTO TURÍSTICO DE GOLF “ECO RESORT CAMINO REAL LA PAVONA”                                                                             

Desde La Federación Ben Magec Ecologistas en Acciónsolicitamos  la intervención en este pleno porque queremos expresar los argumentos por los que que consideramos que el Proyecto Eco Resort y campo de golf Camino Real La Pavona no debe ser declarado de interés insular, y una vez más, nos reafirmamos en que este proyecto supone una amenaza para los valores naturales, agrícolas y la calidad de vida de la gente de la isla de La Palma.

Decimos una vez más, porque este proyecto tiene ya más de treinta años. Esta sería la cuarta tramitación que se intenta con este mismo objetivo, pero esta vez a lo grande, con 1.400 camas distribuidas entre hotel, apartamentos y villas, un centro de congresos, un gimnasio, una piscina climatizada, 54 piscinas privadas, un spa, locales comerciales, restaurantes, campo de golf de 18 hoyos… En definitiva, una ciudad.

Comparativamente, este proyecto triplicaría las plazas que fueron previstas en el afortunadamente anulado Plan Territorial Especial Turístico (PTE) por una sentencia del Tribunal Supremo.  

Cuando todos los partidos han asumido los Objetivos de Desarrollo Sostenible de la Agenda 2030 de la ONU, van en sentido contrario.

En el presente caso, el proyecto no cumple con ninguna de las condiciones previstas legalmente para la utilización de este procedimiento.

Con esta votación de declaración de interés insular del Ecoresort y campo de golf La Pavona dan la razón a quienes dicen que las instituciones están alejadas de la ciudadaníay no tratan los temas que de verdad son de interés general.

Por poner un ejemplo que todas entendemos, estarían ustedes más cerca de la gente sí se preocupan más en declarar “urgente” y “de interés insular”, el abordaje de los problemas que tiene la población afectada por el volcán y no lo que es urgente para un grupo de empresarios  especuladores.

El “interés insular” abriría la posibilidad de expropiar en favor de promotores privados  las fincas de numerosas personas que quieren mantener sus terrenos y actividades tradicionales y que llevan décadas resistiendo una y otra vez los envites y los embustes.

Este proyecto supone claras amenazas a nuestros recursos naturales, agrícolas y a la calidad de vida de las y los palmeros.

El primero de los recursos amenazados es el AGUA. Y es que en esta isla, quienes venimos de familias agricultoras, sabemos el valor de cada gota. No hay suficiente agua para cubrir las necesidades de este proyecto.  No se puede considerar de interés insular el desvío de enormes cantidades de agua de uso público de la agricultura y consumo humano, hacia un proyecto privado tan insostenible como es un campo de golf y sus múltiples instalaciones. Un campo de golf de 18 hoyos, de tipo medio, gasta el equivalente a la cantidad de agua que consume una población de unos 15.000 habitantes, sin contabilizar el consumo de la macro urbanización acompañante, sus piscinas y jardines privados. El consumo medio de agua de una persona se sitúa en 127 litros/día, pero el gasto por turista puede alcanzar hasta los 800 litros/día. El campo de golf necesita más de 200 mil metros cúbicos de caudal al año , para los jardines y la limpieza de los terrenos pavimentados se necesitan más de  100 mil metros cúbicos al año del canal. …En definitiva, la demanda de agua de este resort y campo de golf elevaría las tensiones por el agua a límites desconocidos en La Palma.

Por otra parte, se necesita mucha energía para el funcionamiento de este proyecto. Entre otras cosas  para bombear el agua        necesaria a la altura del complejo. En la zona elegida para el proyecto las temperaturas bajan en invierno hasta 11º C y alcanzan una humedad de más del 80%. Según el proyecto está previsto el uso de placas fotovoltaicas, pero no son suficientes para generar toda la energía que necesita el complejo, y menos en los días sin sol en invierno. Las piscinas de las 54 villas necesitan calefacción para poder ser aprovechadas en los meses más fríos.

El proyecto también es una amenaza para el Fayal-Brezal. Hasta el 75% de la superficie del proyecto (66 de sus 88 hectáreas) está enclavado en este ecosistema. Así lo certifican tanto el mapa de vegetación de La Palma como el mapa de Hábitats naturales de interés comunitario. No basta, como pretenden los promotores, con situar las actuaciones justo al lado del Parque Natural de Cumbre Vieja y del territorio protegido por la Red Natura 2000. Y no basta porque las plantas y los animales no entienden ni conocen las líneas arbitrarias trazadas en un mapa. La conservación no funciona así, sobre todo cuando hablamos de una transformación tan radical y agresiva del territorio, bautizada de forma sangrante con una falsa etiqueta “Eco”.

Tanto es así, que los brezales macaronésicos endémicos que se pretenden destruir son un hábitat prioritario según la normativa europea, que debe excluirse de la instalación de campos de golf de acuerdo con la Memoria del Plan Insular de Ordenación de La Palma (PIOLP). Contribuyen enormemente a la biodiversidad insular, atesoran un elevado valor etnográfico, funcionan como un sumidero de CO2, protegen el suelo, captan el agua de la niebla y recargan los acuíferos. Por todo ello y al contrario que este proyecto, nuestro fayal brezal sí es de INTERÉS INSULAR.

Nuestra frágil y amenazada fauna tampoco está, por supuesto, al margen de estos impactos. De hecho, si miramos el mapa de Zonas de Especial Protección para las Aves de la isla de La Palma, se observa que una gran parte de la superficie asignada al  Campo de Golf de La Pavona y Complejo Turístico Asociado queda dentro de la zona “Cumbres y acantilados del norte de La Palma” con diferentes especies de interés o protección especial. La actuación también va en contra de la calificación de la isla de La Palma como Reserva Mundial de la Biosfera.

Entre las conclusiones finales, Monterrey señaló:

“El mejor conocimiento científico disponible lleva tiempo advirtiendo: nos encontramos en una profundísima crisis ecológica y social sin precedentes en la historia de la humanidad, con riesgo para la continuidad de la vida tal y como la conocemos, que sólo puede afrontarse con profundos cambios en el modelo económico, social y productivo.

En sus sucesivos informes, la ciencia internacional también nos indica que tenemos poco tiempo para evitar las peores consecuencias de la crisis climática y de biodiversidad: las transformaciones que llevemos a cabo en esta década serán decisivas y así lo ratificó el propio Gobierno de Canarias declarando la Emergencia climática en 2019.

De interés general en esta isla es superar la brecha de desigualdad en la que vive la gente. Cuando hablamos de desarrollo económico, lo que tenemos que pensar es en una economía para la vida.

El covid nos enseñó la necesidad de tener al día nuestra agricultura. Tenemos que recuperar la posibilidad de volver a producir lo que nos comemos,  y hacerlo respetando al máximo nuestro entorno. Queriéndolo mucho.

Por eso necesitamos cuidar hasta la última gota de un recurso tan valioso para la vida como es el agua. No desperdiciar ni un fisco en proyectos que siguen redundando en un modelo económico dependiente, que genera empleo de mala calidad, ajeno por completo a nuestro modelo como destino turístico y que enferma a nuestra gente y a nuestro territorio. Creemos que de esto tenemos ejemplos de sobra en Canarias.

Y, atención, poner una cubierta verde artificial, no hace que el modelo económico que promueve el turismo de masas sea más beneficioso para la gente o la tierra.

Por eso, queremos decirles que la sostenibilidad de la vida y el planeta es una cosa muy seria. Les pedimos que no utilicen conceptos como regeneración ambiental, biodiversidad, sostenibilidad…, para disfrazar proyectos como este, que como hemos argumentado con datos, atentan directamente contra lo que significan estas palabras.

Ustedes están trayendo hoy aquí un proyecto caduco, de turismo de masas propio del siglo XX, que consume territorio y recursos naturales, aunque lo disfrazan con palabras como biodiversidad y sostenibilidad. Si de verdad creen en ellas, hoy tienen una excelente ocasión para demostrarlo.

Desde la Federación Ecologista Ben Magec, confiamos que aún quede un mínimo de sensatez en el Cabildo Insular de La Palma para rechazar la declaración de “interés insular” de una operación claramente especulativa, conceptualmente trasnochada y fuera de lugar y con todos los ingredientes para encallar una vez más en los tribunales.

Tengan claro que si este pleno decide declarar de interés insular los intereses de un grupo empresarial concreto nuestra Federación Ecologista Ben Magec irá a los tribunales. E intentaremos que, como ocurrió ya con el Plan Especial Turístico de la Palma, lograr  que la justicia frene un proyecto que no se atreve a frenar el Cabildo. No tenemos la fuerza del dinero, pero tenemos la razón de la fuerza y de las leyes medioambientales.”

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