De Cuba a Fuerteventura: buscando a su familia majorera

1908, una familia canaria pone rumbo a América y llega al Puerto de Santiago de Cuba. Entre los pasajeros se encontraba una niña de 3 o 4 años llamada María de los Dolores Peraza Correa, que viajaba junto a sus padres Antonio Peraza Laso, natural de Antigua, y María de las Angustias Correa García, de Gran Canaria.

Los motivos de su marcha se desconocen, solo se sabe que ésta unidad familiar nunca regresó al archipiélago canario. Hoy Juan Carlos Quintana Reyes, nieto de María de los Dolores, busca incesantemente desde Cuba a su descendencia perdida para establecer lazos. Solo sabe que su abuela nació el 20 de enero de 1904 en Las Palmas de Gran Canaria, y que los padres de Antonio Peraza se llaman José Peraza Viera y María Laso Acostas, ambos de Antigua, Fuerteventura. Carlos confía en que exista descendencia de su abuela y está seguro de que podrían residir en Fuerteventura o en Gran Canaria.

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Majoreros en Cuba a principios del siglo XX

A finales del siglo XIX, la economía majorera era principalmente agraria, pero las constantes sequías por la escasez de lluvia, la falta de recursos, la miserable cosecha y la decadencia del comercio porque no se exportaban los frutos que se conseguían recoger hizo que Fuerteventura se encontrara en una situación profundamente delicada, según escribe Francisco Javier Cerdeña Armas en La emigración de Fuerteventura en el siglo XIX.

Entre los años 1877 y 1883 se vive un periodo de hambruna en toda la isla, por lo ante la situación, muchas familias deciden mirar hacia el extranjero en busca de un futuro mejor. Los que se embarcaron, marcharon con la determinación de buscar un trabajo y no volver nunca más a Fuerteventura. El principal destino de los majoreros y los lanzaroteños fue Uruguay, mientras que el del resto de las islas fue Venezuela y Cuba.

Como la etapa se caracteriza por su pobreza, para costear los fletes de embarque las familias se desprendían de sus bienes mediante subastas que fueron a parar en manos del coronel y sus hijos, miembros pertenecientes a la aristocracia rural y a la burguesía comercial que se estaba asentando en Puerto Cabras, actualmente conocido como Puerto del Rosario, de acuerdo con Cerdeña Armas.

Vida en Cuba

Mientras tanto, los canarios llegan a una Cuba que después de años de conflicto y ocupación militar estadounidense, proclama su República el 20 de mayo de 1902. Deseosos y vitales, los recién llegados vienen dispuestos a ocuparse de los trabajos duros de agricultura y tierra, acorde con Ester Lidia Vázquez Seara en La emigración canaria a Cuba en el siglo XX.

En aquella Cuba de principios del siglo XX, la actividad económica primordial era el cultivo de caña de azúcar, seguido por el tabaco, por lo que muchos canarios se dedicaron a su recolección. También hubo gente que se dedicó al comercio y a otras profesiones, aunque en menor medida. Después de años de trabajo, algunas familias decidieron volver a las Islas Canarias, pero la mayoría se quedó en Cuba.

Fuentes:

  • Armas, F. J. C. (2000). La emigración de Fuerteventura en el siglo XIX: Una perspectiva desde el Ayuntamiento de Puerto de Cabras, 1835-1900. Tebeto: Anuario del Archivo Histórico Insular de Fuerteventura, (13), 175-192
  • Vázquez Seara, E. L. (2017). La emigración canaria a Cuba en el siglo XX: mujeres de azúcar. XXII Coloquio de Historia Canario-Americana (2016), XXII-080.Fecha de consulta 15/04/2019]: http://coloquioscanariasmerica.casadecolon.com/index.php/aea/article/view/10024
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